La situación de escasez de combustible en Bolivia ha llevado al sector productivo a manifestarse enérgicamente, exigiendo soluciones urgentes. Ante la falta de diésel, los representantes de los 17 subsectores de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) se reunieron en las puertas de las instalaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en Santa Cruz, en lo que denominaron el “Galonazo”, para reclamar medidas inmediatas y efectivas.
Con pancartas y galones vacíos en mano, los productores exigieron al Gobierno que se permita la importación y comercialización de combustible y entregaron una carta con demandas concretas al director de Seguridad Industrial de YPFB, Juan Aguirre, en la que solicitaron que se dé una explicación completa y convincente sobre la crisis de combustible que afecta a todo el país.
“Nosotros, como sector agropecuario, estamos pidiendo que se pueda dar libertad a la importación de carburantes, ya que el gobierno no lo puede hacer; los privados queremos hacerlo, pero necesitamos que nos autoricen. Esta es una situación demasiado crítica, un desastre lo que está pasando, y si no hay combustible, directamente no hay alimento”
Los manifestantes hicieron hincapié en que “sin diésel no hay producción y sin producción no hay alimento”, destacando la dependencia del sector agrícola y ganadero en el suministro continuo de este recurso. En la concentración estuvieron presentes transportistas, diputados, representantes de estaciones de servicio y trabajadores de todo el sector productivo, quienes señalaron que la falta de diésel podría comprometer gravemente la seguridad alimentaria nacional.
“Vamos a entregar una carta solicitando se tenga el combustible, el gobierno sabe que hay deficiencias. Estamos a las puertas de la gran campaña, estamos en cosecha y si no hay combustible, no hay alimento”, declaró el presidente de la CAO.
Durante una hora, los manifestantes bloquearon la avenida de la Doble Vía a La Guardia, situada frente a las oficinas de YPFB, mientras entonaban consignas de protesta y pedían soluciones inmediatas. Un momento simbólico de la manifestación fue protagonizado por Mario Moreno, presidente de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), quien arrojó su maíz en medio de la calle como un acto de protesta, señalando las pérdidas que los agricultores han enfrentado debido a la escasez de combustible. Con este gesto, Moreno buscó evidenciar la gravedad de la situación para los productores de maíz, que aún no logran recuperar su producción.
“Necesitamos que se dote de combustible. Somos un sector dinámico que genera divisas, generamos empleos, necesitamos apoyo. No es posible que posterguemos al sector y arriesguemos la seguridad alimentaria. Estamos cansados de pedir. Los administradores del Estado vienen acá, nos hablan, dilatan la situación y hemos llegado a un punto de emergencia”, expresó Moreno.
El sector porcicultor también estuvo presente en esta protesta. Uno de los sectores más afectados por la crisis del diésel, la porcicultura enfrenta un momento crítico debido a la proximidad de las festividades de fin de año, cuando su producción de carne es clave para abastecer a la población. Henry Chávez, gerente general de la Asociación Departamental de Porcicultores (ADEPOR), destacó la necesidad de permitir la importación privada de combustibles ante la incapacidad del gobierno para satisfacer la demanda.
“Nosotros, como sector agropecuario, estamos pidiendo que se pueda dar libertad a la importación de carburantes, ya que el gobierno no lo puede hacer; los privados queremos hacerlo, pero necesitamos que nos autoricen. Esta es una situación demasiado crítica, un desastre lo que está pasando, y si no hay combustible, directamente no hay alimento”.
La situación de escasez de diésel ha generado una crisis sin precedentes en el sector productivo boliviano. Los representantes de la CAO recalcaron la urgencia de una solución para evitar mayores pérdidas y garantizar el suministro de alimentos en el país.
Fuente: Publiagro