La escasez de combustibles continúa afectando gravemente a diversos sectores productivos del país, y uno de los más impactados es el sector cañero, clave en la producción de azúcar y etanol. Humberto Rivero, presidente de la Federación de Cañeros de Santa Cruz (FCSC), expresó su profunda preocupación por la falta de abastecimiento de diésel, un insumo esencial para las labores de cultivo, cosecha y renovación de los cañaverales.

Rivero destacó que la escasez de diésel está provocando retrasos en la renovación de los cañaverales, un proceso fundamental para mantener la productividad y la calidad de la caña de azúcar.

«La escasez de diésel impide que podamos renovar los cañaverales como siempre lo hacemos cada cinco años. Esto afectará directamente la producción y la calidad de la caña para la siguiente cosecha», señaló el dirigente.

Esta situación, que ya es crítica en varios puntos de Santa Cruz, se traduce en una menor capacidad para realizar las siembras y el manejo adecuado de los cultivos, lo que podría repercutir en una caída en la producción de azúcar y otros derivados en el futuro cercano.

“La escasez de diésel impide que podamos renovar los cañaverales como siempre lo hacemos cada cinco años. Esto afectará directamente la producción y la calidad de la caña para la siguiente cosecha»

Por su parte, Oscar Arnéz, presidente de la Confederación de Cañeros de Bolivia (Concabol), también alzó su voz sobre las implicaciones de la escasez de combustibles. Arnéz se refirió al alto costo de los combustibles importados, que podría llegar a ser de hasta Bs 14 por litro si se considera el tipo de cambio paralelo, lo que agrava aún más la situación. El dirigente indicó que, debido a la escasez y los altos costos del combustible, los cañeros se encuentran en una situación extremadamente delicada, pues este insumo es indispensable para la maquinaria agrícola que realiza las tareas de cultivo y cosecha.

«Estamos esperando que el Gobierno nos convoque a una reunión la próxima semana para buscar soluciones inmediatas, ya que el tiempo apremia para planificar las próximas campañas», expresó Arnéz, resaltando la urgencia de la situación para que las actividades del sector puedan continuar sin interrupciones.

Arnéz coincidió con Rivero en que, si la situación del combustible no se resuelve pronto, se verá gravemente afectada la planificación de la zafra de 2025 y la siembra para la campaña de 2026.
«En abril debemos empezar a sembrar para la zafra de 2026. Si no hay trabajo previo, la producción puede disminuir», advirtió Arnéz, quien también hizo hincapié en que el sector cañero necesita un suministro constante y adecuado de diésel para que los trabajos en el campo puedan llevarse a cabo de manera eficiente y en tiempo.

La falta de diésel no solo afecta a la siembra y cosecha, sino que también obstaculiza el transporte de la caña de azúcar desde los campos hasta los ingenios, afectando así toda la cadena de producción.

Con la campaña de la zafra 2025 a la vuelta de la esquina, los cañeros exigen una pronta respuesta del Gobierno para asegurar que las labores en los campos puedan realizarse sin mayores contratiempos y garantizar la producción de azúcar que satisface tanto el mercado nacional como las exportaciones. El tiempo sigue corriendo, y si no se encuentran soluciones inmediatas, las consecuencias para el sector cañero podrían ser más graves de lo que ya se anticipa.

Fuente: Humberto Rivero y Oscar Arnez

Redacción: Publiagro