La primera faena técnica de la raza Brahman reveló el impresionante potencial genético de sus animales, destacando por su capacidad de engorde y calidad de carne. Con el respaldo de Asocebu, el Comité de Brahman y Fridosa, el evento buscó impulsar la ganadería de precisión en Bolivia, evaluando minuciosamente indicadores clave como el peso de las carcasas, área de ojo de lomo y distribución de grasa, lo que motivó a las cabañas participantes a perfeccionar su productividad y eficiencia en confinamiento.
En esta primera faena participaron dos cabañas, San Luis del Chuchi y K de Oro, con dos lotes cada una, cada lote compuesto por 40 animales. Juliano da Farias, gerente de producción de Fridosa, explicó que fueron dos días de evaluación de los animales, tanto en canales calientes como en canales fríos. Se verificaron en las carcasas el área de ojo de lomo y el espesor de gordura.
«Fridosa, como pionera en la industria de la carne en Bolivia, siempre apoyó y siempre va a apoyar este tipo de eventos, y esperamos que en cada versión haya más participantes en este proyecto tan importante, organizado por Asocebu, el Comité de Brahman y Fridosa».
Los animales que se presentaron destacaron por su edad, y, por primera vez, fueron evaluados en un confinamiento que duró 85 días. La mayoría eran animales jóvenes, de entre 22 y 24 meses, que lograron destacar por el peso adquirido durante el confinamiento, alcanzando carcasas de 18 a 19 arrobas (280 kilos), con una buena distribución de grasa en la carcasa, lo cual es muy importante para los consumidores que buscan buen sabor en la carne.
«En la primera faena técnica hemos evaluado indicadores de los canales calientes y fríos. En los canales calientes evaluamos el peso vivo en la faena, la distribución de la grasa subcutánea en las carcasas, junto con el rendimiento en la faena, indicadores importantes tanto para el productor como para el matadero», explicó Sergio Pflanzer, juez evaluador de la faena.
En las evaluaciones de los canales fríos, se analizaron indicadores como el área de ojo de lomo, carcasa, grasa intramuscular, color de la carne, madurez de la calcificación de las vértebras, y datos que indican la calidad de la carne. También se evaluaron indicadores de desposte para determinar la cantidad de carne que se puede extraer de cada canal, lo cual es muy importante para mejorar la producción del país.
“Es una parte técnica que hay que ir trabajando todo el tiempo para medir dónde estamos y cómo vamos haciendo ajustes y mejoras, para que siempre la genética apoye estos resultados, apuntando a que nuestros productos funcionen en producción”
Ganadores
El primer lugar de esta faena técnica fue para la cabaña K de Oro, que lleva muchos años trabajando en producción y rendimiento de ganadería de carne. El resultado estuvo muy parejo, lo que destacó el trabajo en genética de las cabañas participantes. Rodrigo Molina, gerente general de la cabaña K de Oro, señaló que esta faena técnica era un sueño que tenían en el Comité de Brahman y que logró hacerse realidad con un resultado exitoso.
«Es una parte técnica que hay que ir trabajando todo el tiempo para medir dónde estamos y cómo vamos haciendo ajustes y mejoras, para que siempre la genética apoye estos resultados, apuntando a que nuestros productos funcionen en producción», destacó Molina.
Todos los animales estuvieron 85 días en confinamiento, y se pudo medir el desempeño de las cabañas participantes, el cual fue muy parejo. La cabaña San Luis del Cuchi presentó animales propios, de genética de la propiedad, que estuvieron por encima del desempeño histórico del confinamiento auspiciado por Fridosa.
Ernesto Perrogón, encargado de la propiedad San Luis del Cuchi, manifestó su alegría y, a pesar de no obtener el primer lugar, que fue con una diferencia mínima, dijo que el trabajo continuará para el avance de la raza.
«Es la primera vez que medimos a nuestros animales en confinamiento. Son animales hijos de nuestros toros, ya que solo usamos nuestra genética. Tenemos algunas cosas por mejorar y, quizás en una segunda faena técnica, lo vamos a demostrar».
Los animales de la cabaña San Luis del Cuchi eran aún dientes de leche, menores a los 24 meses, y lograron alcanzar un peso de 514 kilos en confinamiento.
Redacción: Publiagro