La falta de zinc, por ejemplo, inhibe el normal desarrollo de las plantas. Foto: Publiagro
Bruno Francischelli también habló sobre el uso de termorreguladores. Foto: Publiagro

La fisiología del estrés en las plantas es un aspecto crucial para comprender cómo responden a diversas condiciones adversas, como la salinidad, el calor extremo, la deficiencia de minerales en el suelo y la sequía. Cada tipo de estrés afecta fundamentalmente el proceso de fotosíntesis, que es vital para la vida vegetal.

Bruno Francischelli, Head Latam de Incentia (DVA), ofreció una charla sobre este tema, instando a los productores de Santa Cruz a tenerlo en cuenta al tomar decisiones correctas para asegurar una buena productividad en sus cultivos.

La alta concentración de sal en el suelo, por ejemplo, provoca una reducción en la disponibilidad de agua, lo que genera estrés hídrico y toxicidad por iones. En este caso, las plantas responden acumulando aminoácidos para mantener el equilibrio osmótico, además de desarrollar mecanismos para excretar sales y aumentar la producción de antioxidantes que les permiten mitigar el daño.

Por otro lado, el calor intenso puede desnaturalizar proteínas y afectar directamente la fotosíntesis, además de incrementar la pérdida de agua a través de la transpiración. Para contrarrestar estos efectos, las plantas pueden cerrar sus estomas, reduciendo así la transpiración y manteniendo su temperatura interna bajo control.

“En la agricultura se trabaja a campo abierto, no tenemos control sobre la temperatura y la lluvia por ejemplo, en consecuencia son varios factores los que provocan estrés en las plantas, pero la sequía es una de las importantes y Bolivia ha pasado por tres zafras continuas con falta de agua”

Francischelli también destacó que la falta de agua limita la fotosíntesis y el crecimiento, e incluso puede provocar la muerte celular en las plantas. Para adaptarse, las plantas desarrollan raíces más profundas que les permiten acceder a fuentes de agua subterránea. “En la agricultura se trabaja a campo abierto, no tenemos control sobre la temperatura y la lluvia, por ejemplo. En consecuencia, son varios factores los que provocan estrés en las plantas, pero la sequía es uno de los más importantes, y Bolivia ha pasado por tres zafras continuas con falta de agua”, explicó Francischelli.

¿Por qué es importante la fotosíntesis?

La fotosíntesis es el proceso básico en las plantas. El desarrollo fenológico comienza con este mecanismo, ya que es necesario para la producción de aminoácidos. A través de la fotosíntesis, el agua y el dióxido de carbono se combinan para formar carbohidratos (azúcares) y liberar oxígeno. Este proceso es esencial para el crecimiento y la vida de las plantas.

¿Cómo afecta la deficiencia nutricional?


La falta de nutrientes en el suelo genera otro tipo de estrés en las plantas. Un ejemplo simple y común es la deficiencia de zinc, que participa en la síntesis del triptófano, un aminoácido precursor de las auxinas, que son hormonas responsables del crecimiento vegetal. Su ausencia afecta el desarrollo vegetativo, provoca raíces más cortas y reduce la productividad.

¿Cómo combatir el estrés en las plantas?


En la actualidad, existen varios bioestimulantes que pueden ayudar a combatir el estrés en las plantas. Entre ellos, los aminoácidos, extractos de algas, glicina betaína y ácido fólico, que facilitan la fotosíntesis y el desarrollo fisiológico de las plantas. «Lo importante es conocer qué es lo que la planta necesita y en qué momento, para tener un mejor rendimiento», enfatizó Francischelli.

Termorreguladores vegetales


La osmorregulación y la termorregulación son otros aspectos importantes en este proceso. Francischelli recomendó productos como Osmobetan, que ayuda a las plantas a retener más agua para la transpiración y, de esta forma, refrigerarse. Comparó su función con la de un protector solar, pero en este caso fisiológico, que permite reducir la temperatura de las hojas, facilitando la producción de flores y el llenado de granos.

¿Son necesarios los herbicidas?


Francischelli también abordó el uso de herbicidas, señalando que su aplicación es clave para mantener los campos limpios, ya que algunas malas hierbas han desarrollado resistencia a diversas moléculas. Sin embargo, resaltó que es importante saber cómo manejar y aplicar los herbicidas, ya que estos también generan otro tipo de estrés en las plantas al bloquear la producción de aminoácidos. La solución actual radica en combinarlos con bioestimulantes para mitigar sus efectos adversos.

 

Fuente: Bruno Francischelli

Redacción: Publiagro