Omar Castro, presidente de ADA, señala que las medidas de arancel cero no son suficientes sin acceso a dólares, mientras el sector enfrenta recortes en la asignación de torta de soya

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Omar Castro, presidente de la Asociación Departamental de Avicultores, expresó su preocupación con respecto a la importación de maíz, el Gobierno, además del decreto que establece la importación de maíz con arancel cero, ha promulgado otras normativas destinadas a apoyar al sector agropecuario. Entre ellas, se incluyen decretos que eliminan aranceles para la importación de maquinaria agropecuaria y agroinsumos. Sin embargo, estas medidas no son efectivas sin la disponibilidad de dólares para realizar las importaciones necesarias.

«El principal problema en el tema del maíz es la falta de dólares para importar. Aunque tengamos arancel cero, no sirve de nada si no podemos acceder a la divisa».

Explicó que el maíz que debería comprarse en el mercado paralelo de dólares, sumado a los costos en Argentina antes de llegar a la frontera y sin incluir el IVA ni otros aranceles, ya encarece el precio del producto.

«Pagando el maíz solo en Argentina, sin siquiera haberlo traído al país, nos cuesta 88.90 bolivianos, lo cual no es atractivo para nosotros», agregó.

«El principal problema en el tema del maíz es la falta de dólares para importar. Aunque tengamos arancel cero, no sirve de nada si no podemos acceder a la divisa»

Este problema ya había sido planteado anteriormente al Gobierno, y en una reunión reciente se volvió a tocar el tema. Castro y otros representantes del sector propusieron que el Gobierno se encargue de la importación del maíz y que lo almacene en los silos de EMAPA, ya que la entidad estatal tiene acceso al dólar a una tasa oficial de 6.97 bolivianos.

«Le hemos dicho al Gobierno que le compramos el maíz sin necesidad de que esté subvencionado, no pedimos subvención, solo necesitamos que haya maíz disponible, pero no a los precios que están actualmente en el mercado», destacó Castro.

Subvención del Gobierno

Actualmente, el Gobierno otorga una subvención para la compra de maíz, pero según Castro, esta subvención solo cubre alrededor del 20% de la producción nacional.

«El otro 80% de los productores no accede ni califica para esa subvención», comentó. En cuanto a la torta de soya, Castro explicó que, aunque el precio está regulado, no es un producto subvencionado.

«El precio de la torta de soya se establece con base en parámetros y fórmulas aplicadas por el Gobierno, lo que genera un precio que no difiere mucho del mercado internacional, pero que tampoco es muy bajo para la industria nacional», aclaró.

El sector pecuario nacional demanda entre un 20% y 25% del volumen total de la producción de soya en Bolivia, una cifra mínima si se considera que el resto de la producción es destinada a la exportación.

«En ese sentido, no debería haber problemas para abastecernos, pero tampoco se nos puede imponer un precio de exportación en un producto que es regulado», argumentó.

Problemas de Asignación

El presidente de ADA también expresó su preocupación por la cantidad de torta de soya que el sector está recibiendo. Actualmente, el sector ha solicitado 25 mil toneladas mensuales, pero solo se les han asignado 20 mil, lo que representa un recorte significativo.

«Nos han recortado la cantidad solicitada, y los más afectados han sido los asociados de ADA. Quizás somos los únicos realmente afectados por esta reducción», afirmó.

 

Fuente: Omar Castro

Redacción: Publiagro