Gabriel Zabala destaca cómo la conservación de forraje mediante ensilaje asegura la alimentación del ganado durante todo el año, aumentando la productividad y la eficiencia en la ganadería
El ensilaje es un método de conservación de forraje mediante el cual se produce una fermentación anaeróbica de los carbohidratos presentes en las plantas. Este proceso genera ácido láctico, que permite conservar el forraje. Gabriel Zabala, técnico y asesor en ensilaje de alimentos, explicó la importancia del ensilaje para prepararse ante épocas de sequía.
El ensilaje se puede realizar con cultivos como maíz, sorgo, pasto de corte, pasto común o alfalfa, y se utiliza como suplemento alimenticio, especialmente durante períodos de escasez de pasto, como es el caso en la actualidad.
Importancia del ensilaje
Zabala destaca que el ensilaje asegura la disponibilidad de alimento para el ganado durante largos periodos.
«De una hectárea de ensilaje, se pueden obtener entre 20 y 40 toneladas de alimento al año, lo que permite alimentar de 7 a 8 animales. Esto es una diferencia significativa comparado con una hectárea de pasto, que solo soporta un animal por hectárea. Con una siembra adecuada de pasto, se pueden alimentar entre 4 y 6 animales», explicó Zabala. Además, una siembra planificada garantiza alimento para el ganado durante todo el año, particularmente en épocas difíciles como el invierno y las sequías.
«Un silo bien hecho puede conservarse entre 6 y 12 meses, aunque hemos abierto silos después de dos años con solo un 10% de pérdida, gracias a una buena compactación»
Duración del proceso de ensilaje
El proceso de ensilaje tiene una duración aproximada de 14 a 21 días, al cabo de los cuales el silo está listo para abrir y consumir. «Desde el día en que se comienza a cortar y ensilar el maíz o el sorgo, en aproximadamente 21 días ya se tiene el silo listo», señaló Zabala.
Fermentación anaeróbica
La fermentación anaeróbica, esencial para la conservación del ensilaje, implica que los azúcares de las plantas se convierten en ácidos orgánicos, especialmente ácido láctico, que ayudan a mantener la calidad del forraje.
«Un silo bien hecho puede conservarse entre 6 y 12 meses, aunque hemos abierto silos después de dos años con solo un 10% de pérdida, gracias a una buena compactación», detalló Zabala.
El contenido de materia seca de un silo normalmente está entre el 32% y 38%, lo que significa que un animal puede consumir entre 9 y 10 kilos de materia seca, lo cual es equivalente a una mezcla de forraje y grano.
Ventajas del ensilaje
El ensilaje permite almacenar grandes cantidades de alimento, lo que aumenta la productividad por hectárea y permite una mayor carga animal. «En condiciones normales, una hectárea de potrero puede alimentar a una vaca. Con pasto sembrado, se puede llegar a alimentar de 4 a 6 vacas por hectárea, pero con el uso de silos, se puede alimentar entre 7 y 8 animales durante todo el año», destacó Zabala.
En pasturas, el alimento solo está disponible durante 6 a 8 meses, y luego es necesario buscar alternativas. Con el ensilaje, se garantiza alimento para el ganado durante los 365 días del año.
Almacenamiento del silo
El ensilaje puede almacenarse de varias formas. El método más común es el «silo montos», que consiste en colocar el forraje sobre la superficie del suelo y cubrirlo con una geomembrana de 200 micras para mantenerlo. También se pueden cavar pozos, aunque este método tiene desventajas debido a la pérdida de materia por la humedad del suelo. Las trincheras o «bunkers», donde se almacena el ensilaje sobre superficies de cemento, son opciones más duraderas utilizadas por grandes productores.
Fases del ensilaje
El proceso de ensilaje tiene cuatro fases: la primera es la fase aeróbica, que ocurre mientras se está cortando y compactando el forraje. Luego sigue la fermentación anaeróbica, cuando el silo se sella y comienza la fermentación. La fase estable ocurre después de 45 días, cuando los nutrientes y microorganismos se estabilizan. Finalmente, la fase de deterioro aeróbico comienza cuando se abre el silo y el oxígeno vuelve a entrar.
Proceso de ensilaje
Actualmente, la forma más común de ensilar es aprovechar cultivos como el maíz y el sorgo forrajero, que se pican en trozos de entre 3 y 6 milímetros. Se utilizan máquinas autopropulsadas con «cracker», que ayuda a partir el grano y mezclarlo con el forraje, lo que maximiza los nutrientes disponibles para el ganado.
Fuente: Gabriel Zabala
Redacción: Publiagro