El descenso a menos de 10 dólares por bushel impacta negativamente a los productores de soya en Bolivia, que enfrentan problemas climáticos y económicos adicionales

Foto: Infobae
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Los contratos futuros de soya en la Bolsa de Comercio de Chicago han registrado una caída significativa, alcanzando su nivel más bajo en cuatro años. Los precios han descendido por debajo de 10 y 4 dólares por bushel, respectivamente, después de la publicación de un informe sobre la oferta y la demanda en Estados Unidos, que proyecta una producción récord de soya.

El contrato más activo de soya perdió un 2% y se cotizó a 360,45 dólares por tonelada (equivalente a 9,81 dólares por bushel), alcanzando su nivel más bajo desde finales de 2020, cuando las restricciones relacionadas con la pandemia afectaron gravemente al comercio global y hundieron los precios de las materias primas.

Jaime Hernández, gerente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), ha manifestado que esta caída en los precios es un duro golpe para los productores de soya en Bolivia. Hernández advirtió que esta situación podría poner en riesgo la viabilidad de la producción de soja en el país, especialmente considerando los problemas actuales que enfrentan los agricultores.

¨La caída del precio de la soya es un golpe duro para los productores soyeros bolivianos porque puede inviabilizar su actividad productiva debido a los menores niveles de productividad que tienen con relación a productores de soya de Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay, que pueden soportar estas caídas de precio porque producen con biotecnología por tanto su productividad es mucho mayor¨

“Los problemas climáticos, el costo del diésel, la biotecnología y ahora la caída de precios en el mercado internacional están afectando gravemente a la producción de soya. Lamentablemente, esto puede inviabilizar la producción de soya¨, señaló.

 Además, destacó que los productores enfrentan grandes dificultades para asegurar el suministro de semillas, exacerbadas por los problemas en la importación de semillas de soya debido a la falta de divisas.

¨La caída del precio de la soya es un golpe duro para los productores soyeros bolivianos porque puede inviabilizar su actividad productiva debido a los menores niveles de productividad que tienen con relación a productores de soya de Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay, que pueden soportar estas caídas de precio porque producen con biotecnología por tanto su productividad es mucho mayor¨, destacó.

Hernandez considera que el impacto económico para el país será fuerte porque significa un menor ingreso de divisas por las exportaciones de grano, pero principalmente de productos con valor agregado como la harina y aceite, que en el año 2023 le significaron al país la generación de divisas de más de 1.700 millones de dólares por las exportaciones y que además es el principal rubro de las exportaciones no tradicionales.

Esta combinación de factores económicos y logísticos presenta un panorama desafiante para la producción de soya en Bolivia, poniendo en riesgo una de las principales fuentes de ingreso para los agricultores del país.

 

Fuente: Jaime Hernández 

Redacción: Publiagro