Una investigadora señaló que el uso de las semillas transgénicas se debe combinar con las buenas prácticas agrícolas
El Séptimo Conversatorio de Biotecnología, como una herramienta básica para la seguridad alimentaria del país, contó con la participación de la investigadora boliviana María Mercedes Roca (directora ejecutiva de BioScience Think Tank) que habló sobre los “Avances en biotecnología del ADN al desarrollo sostenible”.
En el inicio de su participación hizo dos preguntas básicas, la primera ¿La biotecnología es importante para Bolivia? y ¿Pueden las biotecnologías integradas generar una bioeconomía sostenible?, en ambos casos dio una respuesta positiva.
En consecuencia, manifestó que el empleo de materiales genéticamente modificados o editados debe complementarse con buenas prácticas agrícolas relacionadas a mantener la fertilidad del suelo para obtener buenos rendimientos.
En la actualidad dijo que tenemos una tierra enferma, donde los microorganismos están muertos, hay salinidad, como consecuencia la fertilidad está en niveles críticos y por eso los productores piden con ansias el uso de semillas transgénicas.
“Es necesario comprender que la biotecnología no es la solución a todo, no es una varita mágica. Primero tenemos que hacer muchas cosas para mantener la salud del suelo y de manera complementaria aplicar las nuevas técnicas”
“Es necesario comprender que la biotecnología no es la solución a todo, no es una varita mágica. Primero tenemos que hacer muchas cosas para mantener la salud del suelo y de manera complementaria aplicar las nuevas técnicas”, explicó Roca.
En ese marco citó la experiencia del mexicano Ernesto Cruz, quien tiene el récord mundial en producción de maíz con 40 toneladas por hectárea sin el uso de semillas transgénicas.
Él maneja el concepto de que deforestar y quemar el suelo es fregar el futuro, por eso se recomienda evitar los focos de calor en las zonas donde están establecidos los sistemas productivos.
Buenas prácticas
Por otra parte, mencionó que lo ideal sería combinar la biotecnología de semillas resistentes a malezas y plagas, con las buenas prácticas agrícolas, fertilidad del suelo, buenos insumos y diagnósticos.
“La fertilidad del suelo requiere de mucho trabajo y si ponemos una semilla transgénica o editada a un terreno sin esa condición no nos va ir muy bien”, refirió la investigadora.
Los investigadores ya tienen desarrollados avances tecnológicos en un tipo de arroz con resistencia a inundaciones o papas a las que se inhibe la enzima de oxidación para alargar la vida de los tubérculos.
Mayor población
Desde su punto de vista el deseo de producir más en el campo es porque hay más gente que necesita alimentos, se prevé que la población mundial llegará a 10 billones de personas hasta el 2050, por eso la FAO y otras instituciones incentivan a obtener un 60 a 70% más de alimentos.
La mayoría de esa población es urbana, es decir que no produce sus propios alimentos lo que obliga a los productores agropecuarios a ser más eficientes pese a la contaminación y la pérdida de biodiversidad por la deforestación que ocurre en Santa Cruz.
En este caso es preciso entender que la sostenibilidad es un imperativo de supervivencia, por lo que es necesario apagar todos los focos de calor.
Fuente: María Mercedes Roca
Redacción: Publiagro