Propietario denuncia graves daños tras invasión de turbas que alegaban contaminación del agua, mientras autoridades y sectores brindan apoyo ante el incidente

Cerdos muertos ahogados / Foto: Wilmer Torrico
Daños en las cercas de ingreso a la granja/ Foto: Wilmer Torrico
Foto: Wilmer Torrico

La mañana del sábado, una turba de al menos 300 personas ingresó por la fuerza a una granja porcina ubicada en la localidad de Toco, Cochabamba, causando daños significativos a la propiedad y la muerte de al menos 100 cerdos en una laguna de oxidación cercana. El propietario de la granja, Wilmer Torrico Verduguez, denunció el incidente ante las entidades del sector tanto de Cochabamba como de Santa Cruz.

Según Torrico, los invasores alegaban que la granja estaba contaminando el agua, lo cual presuntamente había afectado la producción de maíz de los pobladores.

«Se robaron muchos equipos, como hidrolavadoras, bombas, balanzas, monitores de balanzas, y lo peor de todo es que soltaron a los animales de los corrales y los arrearon a las lagunas de oxidación en donde murieron ahogados», denunció.

Además del saqueo y el maltrato a los animales, Torrico informó que bajo presión se vio obligado a firmar un contrato en el que se le exigía un plazo de 30 días para que abandone la granja y traslade los animales.

 «Se robaron muchos equipos, como hidrolavadoras, bombas, balanzas, monitores de balanzas, y lo peor de todo es que soltaron a los animales de los corrales y los arrearon a las lagunas de oxidación en donde murieron ahogados»

«111 animales muertos, cada uno con un valor de mil dólares, y entre equipos, mallas y cámaras, estimo unos 100 mil bolivianos necesarios para reparar todo ese daño», agregó.

Torrico sospecha que existen otros intereses más allá de la denuncia de contaminación, ya que la turba ingresó, destruyó todo y se marchó sin mayor explicación.

«Estamos recibiendo mucho apoyo de ADEPOR Santa Cruz, del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras. Mi granja está legalmente establecida y cumple con todas las normativas medioambientales y está muy alejada del centro poblado», explicó.

Este incidente no solo resalta las tensiones entre la producción agrícola y la ganadera en la región, sino que también plantea preguntas sobre la protección de la propiedad privada y la gestión de conflictos medioambientales. La intervención de las autoridades y el apoyo de las entidades sectoriales serán cruciales para resolver esta situación y prevenir futuros actos de violencia y vandalismo.

 

Fuente: Wilmer Torrico

Redacción: Publiagro