Productores como Oscar Rocha enfrentan pérdidas totales mientras esperan que el próximo año el clima sea más favorable
Oscar Rocha, un productor de maíz de la zona sur, ha enfrentado una pérdida total de su producción. Sus 25 hectáreas de cultivo quedaron completamente secas. A pesar de haber sembrado dos veces en un intento desesperado por salvar su cosecha, la falta de lluvia hizo que todos sus esfuerzos fueran en vano.
Esta situación refleja el drama que viven muchos productores de la zona sur del departamento, donde la falta de precipitaciones ha generado una disminución considerable en los cultivos y un rendimiento notablemente bajo en comparación con años anteriores para aquellos que lograron sembrar y ver algún desarrollo en sus plantas.
«Es un cultivo perdido, ya no hay nada que hacer y, sobre todo, es una inversión perdida. Pero no nos queda más que esperar que el próximo año el clima acompañe la producción»
«Este año no hay cosecha de maíz, es una pérdida total, la sequía ha sido tremenda, no llovió, faltó agua», comenta Oscar, resumiendo la situación crítica. La sequía afecta desde la localidad de Basilio hasta Abapó, una extensa área que no ha visto lluvia desde abril. Esta ausencia de lluvias ha estancado el crecimiento del maíz, que finalmente murió.
«Es un cultivo perdido, ya no hay nada que hacer y, sobre todo, es una inversión perdida. Pero no nos queda más que esperar que el próximo año el clima acompañe la producción», añade Oscar con resignación.
Toda la producción de maíz ha quedado seca. Ahora, el productor espera las lluvias para reincorporar los restos del cultivo al suelo, de manera que sirvan como abono para la próxima siembra en octubre. Las lluvias deberían comenzar en ese mes para que la siembra pueda iniciarse entre noviembre y diciembre, siempre que haya suficiente humedad en el suelo.
Fuente: Publiagro