La emergencia que viven zonas como Cordillera, Charagua, Cabeza y otras localidades de la zona sur preocupa al sector productor
La zona de Cordillera y toda la región sur de Santa Cruz se caracterizan por tener un único ciclo de cultivo al año, siendo el maíz su cultivo principal. Sin embargo, los efectos del cambio climático, incluida la sequía excesiva, han generado condiciones desfavorables para la producción de maíz en una región conocida por su alta productividad en este cultivo.
«Somos deficitarios en maíz, y con una producción menguada, enfrentaremos numerosos problemas en la producción de granos de maíz, que es fundamental para el sistema pecuario», explicó José Luis Farah, presidente de La Cao en conferencia de prensa.
La escasez de maíz afecta indirectamente la producción de pollo, huevo, leche y cerdo, ya que estos sectores dependen en gran medida de este cultivo como alimento.
El presidente de la CAO señaló que aún no se ha evaluado completamente el grado de daño y pérdida en las zonas afectadas por la falta de lluvia. Destacó que, si se produce una disminución significativa en la producción de maíz, Bolivia se verá obligada a importar este grano de países vecinos en donde utilizan semillas mejoradas.
«Es hora de comenzar a trabajar en el mejoramiento de las semillas», enfatizó Farah.
Mencionó que los países que han adoptado semillas mejoradas han experimentado aumentos significativos en la producción agrícola. Por ejemplo, el rendimiento de la soya podría aumentar en una tonelada más por hectárea, mientras que, en el caso del maíz, los rendimientos podrían incrementarse de 4 a 8 toneladas por hectárea con el uso de semillas mejoradas.
«Somos deficitarios en maíz, y con una producción menguada, enfrentaremos numerosos problemas en la producción de granos de maíz, que es fundamental para el sistema pecuario»
«El aumento en la producción no solo satisface la demanda interna de maíz, sino que también abre oportunidades para exportar más soya, generando ingresos adicionales para el país», señaló Farah.
Además, destacó que el aumento en la producción agrícola impulsará otras industrias relacionadas, como la producción de aceite vegetal y biocombustibles.
Farah subrayó la importancia de la biotecnología como una herramienta crucial para aumentar la productividad agrícola y reducir los costos de producción para los agricultores.
«La biotecnología no solo nos ayuda a producir más, sino que también nos permite combatir plagas y enfermedades de manera más efectiva, lo que a su vez reduce los gastos para los agricultores», agregó.
En cuanto a la cooperación internacional, el presidente de la CAO mencionó que Bolivia tiene buenas relaciones con países vecinos como Brasil y Argentina, con quienes se puede colaborar en la transferencia de tecnología agrícola. Destacó la importancia de acortar los procesos de investigación y desarrollo tecnológico para mejorar la productividad agrícola en el país.
«Es fundamental que Bolivia invierta en investigación y desarrollo de biotecnología propia para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible del sector agrícola», concluyó Farah.
Fuente: Publiagro