En la Hacienda HK emplean esta herramienta cuando hay escasez de pasto. El ganado se lleva a corralones donde reciben su alimento

En las áreas de secuestro hay sombra para el bienestar de los animales. Foto: Publiagro

El secuestro del ganado bovino es una de las prácticas empleadas en la Hacienda HK, con el objetivo principal de conservar los potreros durante épocas de sequía.

Jorge Kefer Roda, gerente de la mencionada propiedad ubicada en la comunidad de Pozo del Tigre, explicó que esta estrategia se implementa durante los períodos de sequía, conocidos como «veranitos», cuando hay escasez de lluvias.

A principios del 2024, el crecimiento del pasto en esa zona no ha sido óptimo debido a la falta de agua. Por esta razón, antes de que los campos sufran daños, se opta por sacar los lotes cabecera con terneros, ya que son los que más consumen el forraje, y trasladarlos a espacios cerrados.

“El secuestro consiste en llevar los animales a corralones para cuidar los potreros, se les provee toda la comida en gavetas a base de bagazo, harina de soya, cascarilla de soya, núcleo mineral y sorgo, de manera que se parezca lo más posible a un pasto de primera calidad en verano”, explicó Kefer.

Durante este proceso, se tiene precaución de no elaborar una dieta costosa basada en granos, ya que esto podría resultar en un engrasado prematuro de los animales, lo cual inhibiría su crecimiento y los haría más pequeños para su comercialización.

“El secuestro consiste en llevar los animales a corralones para cuidar los potreros, se les provee toda la comida en gavetas a base de bagazo, harina de soya, cascarilla de soya, núcleo mineral y sorgo, de manera que se parezca lo más posible a un pasto de primera calidad en verano”
Jorge Kefer Roda, Gerente de Hacienda HK

Ganancia de peso

Durante la etapa del secuestro, la ganancia de peso promedio es de 850 gramos por cabeza por día, con un costo alimentario de ocho bolivianos por día.

El tiempo que las reses pasan en el secuestro solamente está determinado por las condiciones climáticas. Cuando llegan las lluvias y el pasto se recupera, se retiran del secuestro para permitirles pastorear nuevamente.

Pastos

En la Hacienda HK, hay campos donde se ha cultivado pasto Tanzania durante 21 años, así como otros donde se sembró Mombaza hace 10 años, y ambos tipos de pastos se encuentran en perfectas condiciones.

Gracias al secuestro y otras medidas preventivas implementadas, se logró preservar durante tanto tiempo esas pasturas sin necesidad de reformar ninguno de los potreros existentes.

“Antes de la producción de carne para nosotros lo más importante es cuidar el campo, porque si uno le pone papel y lápiz reformar una hectárea de potrero hoy en día cuesta alrededor de 200 a 220 dólares, dependiendo de la mecanización que se utiliza”, agregó Kefer.

Basándose en esos datos, se menciona que la teoría de que es necesario reformar los potreros cada cinco años no es necesariamente precisa. Se argumenta que un ganadero que requiere hacerlo es probablemente debido a un manejo deficiente de su campo.

Fuente: Publiagro