Esta técnica es fundamental en los sistemas de producción orgánica de cultivos, ya que constituye una herramienta indispensable para prevenir enfermedades del suelo

El manejo sostenible del suelo se establece como una estrategia clave para impulsar la productividad agrícola. Se define como aquel enfoque que asegura la preservación de las características físicas, químicas y biológicas del suelo a lo largo del tiempo, sin ocasionar su degradación. Este enfoque garantiza la fertilidad, resiliencia, estabilidad y productividad continuas del suelo.

Luis Gustavo Bedin, representante de CREA, manifestó que, para tener una producción sostenible y rentable a lo largo del tiempo, sé debe conservar ciertas condiciones naturales, es decir cuando eran bosques o selvas, por lo tanto, el suelo tiene que cumplir ciertas funciones.

El almacenamiento del agua en el suelo desempeña un papel fundamental en el mantenimiento y aumento de la materia orgánica nativa, así como en la promoción de la actividad microbiana y microbiología. Esta combinación de agua, materia orgánica y microorganismos facilita y promueve el reciclaje de nutrientes en el suelo.

En este aspecto la planta podrá nutrirse de mejores condiciones y es ahí donde se aprovecha y mejora la eficiencia de los fertilizantes.

El agrónomo destacó que en la actualidad se están observando resultados sorprendentes en los cultivos de servicios o cultivos en consorcio, los cuales consisten en una combinación de varias especies vegetales diseñadas para mejorar las condiciones del suelo según sus necesidades específicas.

“Un suelo cubierto, reducirá por lo menos un 30 %  la evaporación del agua”
Luis Gustavo Bedin, disertantante CREA / Foto : Publiagro

Por ende, hay especies que necesitan más nutrientes, otras que aumentan las cantidades de microorganismos en el suelo, haciendo simbiosis, por ejemplo, con fijadores de nitrógeno, con solubilizadores de fósforo, por tanto, hay especies que tienen excelente cobertura, superficie radicular y volumen de raíz y todo en conjunto hacen mejorar la condiciones químicas, físicas y microbiológicas del suelo.

El profesional resaltó que la rotación de cultivos es extremadamente importante, pues normalmente se realiza soya –sorgo-soya-maíz-más el cultivo de servicio. En este aspecto explicó, que se debería mantener las condiciones que se han logrado con los cultivos del servicio.

En varios casos el productor agrícola hace rotación en soya –cultivos de servicios –soya, con este ejemplo, señaló, que lo que se gana con el cultivo de servicios, se lo pierde nuevamente con el cultivo de la soya.

Insistió que, teniendo una buena rotación con cultivos mixtos, en el caso maíz con brachiaria, se estaría con un potencial productivo mucho más alto, especialmente en la zona Este que es la más afectada por la sequía.

“Un suelo cubierto, reducirá por lo menos un 30 % la evaporación del agua”, señaló.

Cubrir el suelo con residuos vegetales es una práctica beneficiosa para proteger las plántulas. Esto ayuda a mantener la temperatura del suelo baja durante el día al aislarlo de la radiación solar directa, al tiempo que conserva la humedad. Además, la cobertura de residuos vegetales también contribuye a reducir el enfriamiento durante la noche.

Fuente: Publiagro