

Hace 13 años hubo un cambio en la administración y a partir de ahí mejoró el trabajo en la recría y confinamiento de los animales


La historia productiva de la Hacienda HK es sorprendente. Hace apenas 13 años, ese predio estaba lleno de una maleza arbustiva conocida como espino blanco (Crataegus monogyn). Ahora, se ha transformado en un centro de producción de ganado de carne de calidad premium, que se comercializa a nivel nacional y también se puede exportar.
Esta propiedad se encuentra en la comunidad Pozo del Tigre, que pertenece al municipio de Pailón en la zona este de Santa Cruz. La región se caracteriza por su producción agrícola y pecuaria, y la transformación de la Hacienda HK representa un notable ejemplo de desarrollo y aprovechamiento de recursos en la zona.
Jorge Kefer asumió el gerenciamiento de esta hacienda en 2011, tras finalizar sus estudios de zootecnia en la Universidad FAZU, ubicada en Uberaba, estado de Minas Gerais en Brasil.
“En la Hacienda HK nos dedicamos netamente a la recría y el engorde y terminación (toros y hembras) mediante el sistema de confinamiento. La recría se realizó desde un inicio y en el confinamiento llevamos sólo cuatro o cinco años”, dijo Kefer.




“Cuando agarré este predio no había pasto, era un sembradío de espino blanco, eso era HK en Pozo del Tigre. Recuerdo que teníamos 40 vacas y un toro y lo primero que hice fue vender todo”


Decisiones
Como anécdota, comentó que la producción ganadera en esa finca era precaria y se llevaba a cabo «a la antigua», ya que el padre de Jorge se dedicaba al rubro de la construcción y no tenía tiempo para realizar un trabajo exhaustivo en la hacienda.
“Cuando agarré este predio no había pasto, era un sembradío de espino blanco, eso era HK en Pozo del Tigre. Recuerdo que teníamos 40 vacas y un toro y lo primero que hice fue vender todo”, agregó Kefer.
Justificó esa determinación debido a que el área relativamente pequeña no era apta para la cría de animales, y desde un punto de vista económico, no era viable dedicarse a esa actividad.
Lo primero que hizo con el dinero obtenido fue contratar jornaleros para iniciar la limpieza del campo y determinar cuánto pasto estaba disponible en la finca.
Cambios
De esa manera, comenzó la producción de ganado de corte utilizando las 240 hectáreas que estaban limpias, con potreros antiguos que tenían pasto Tanzania desde hacía 21 años.
“Luego comenzamos a hacer la recría con 100 animales, fuimos mejorando el manejo e invertimos en cercas eléctricas. Comenzamos a hacer la rotación con cuatro días, luego a tres y después bajamos a dos y hoy en día hacemos rotación cada tres horas en el campo”, explicó.
Cuando se inició el trabajo, no llegaban ni a una Unidad Animal (UA) por hectárea, y ahora están manejando un promedio durante el verano entre 3.7 a 3.8 UA. En invierno, manejan una carga de 1.2 a 1.4 UA.
“Posteriormente aumentamos el área, ahora tenemos 420 hectáreas de pastos efectivos y de manejar 100 animales pasamos a tener 2000 reses en recría”, remarcó Kefer.
Fuente: Publiagro