Hasta el 2023 se cultivaban unas 100 mil hectáreas, pero este año por lo menos el 20 por ciento será dedicado al sorgo y sésamo
En la zona sur de Santa Cruz se inició la remoción de la tierra para la siembra de maíz y otros cultivos, gracias a las últimas lluvias de regular intensidad que han permitido la penetración de la humedad.
El presidente de los Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), Mario Moreno, explicó que la situación climática en este momento es favorable y espera que la misma se mantenga por lo menos hasta el mes de febrero.
Hasta el 2023 en esa región del país, que incluye una parte de Chuquisaca, Tarija incluida Yacuiba, se sembraban al menos 100 mil hectáreas de maíz, empero este año esa área se reducirá por lo menos en 15 a 20 por ciento.
“Resulta que mucha gente ha decidido dedicarse a cultivos alternativos como el sésamo en la zona de Charagua por ejemplo, porque tiene menor costo de producción y poco requerimiento de humedad y otros optaron por el sorgo”, dijo Moreno.
El área de siembra podría reducirse un poco más, ya que muchos productores todavía están dudando de continuar con el cultivo de maíz, por el fracaso que han tenido en los dos últimos años.
“Resulta que mucha gente ha decidido dedicarse a cultivos alternativos como el sésamo en la zona de Charagua por ejemplo, porque tiene menor costo de producción y poco requerimiento de humedad. Otros optaron por el sorgo”
Demanda
El requerimiento del sector pecuario nacional y otros rubros sobre el grano de maíz es 1.300.000 toneladas, pero debido a factores climáticos como la sequía y la restricción al uso de la biotecnología el año pasado se produjo solo 450.000 toneladas.
El resto, según Moreno, fue cubierto con el maíz que ingresó a Bolivia a través del contrabando principalmente de Argentina y avizora que este año puede ocurrir una situación similar.
“Todo el maíz importado es transgénico, porque a los países vecinos no les conviene trabajar con las semillas híbridas, porque no rinden igual”, agregó el directivo.
Fuente: Publiagro