La investigación junto con la tecnología, le dio grandes avances en producción al país vecino, sobre todo con fines forrajeros
Paulo Suassuna, experto en el cultivo de tuna en Brasil, expresó que el modelo tecnológico de producción utilizado en Bolivia fue creado en respuesta a las necesidades de las regiones más secas en Brasil.
Con investigación y tecnología se ha logrado que en estas regiones se desarrolle el cultivo, con fines forrajeros y se obtengan resultados satisfactorios en alimento, para la temporada de sequía.
“La tuna es perfecta en estos climas, ya que necesita poca agua, para producir mucha materia seca”, destacó Paulo Suassuna
Sin embargo, Suassuna explicó que, cuando la tuna ingresó al país vecino, la utilizaban como colorante natural a partir de la cáscara de tuna púrpura mediante el método de extracción sólido-líquido para su aplicación en la industria de alimentos.
Con el paso del tiempo, surgió la necesidad de aumentar la productividad de la tuna, y decidieron apostar por la tecnología en el cultivo intensivo como parte de una estrategia persistente para aumentar la producción, con fines forrajeros, siendo otro beneficio que obtuvieron de la tuna.
En este contexto, el experto brasileño sostuvo que diversos factores influyeron para obtener resultados positivos en el cultivo, desde la selección del cladodio perfecto para plantar hasta una excelente preparación del suelo que favorezca la captura de agua.
“La tuna es perfecta en estos climas, ya que necesita poca agua, para producir mucha materia seca”
Resaltó que la preparación de suelo, es importante para la retención del agua por más tiempo, especialmente para el periodo de seca, y existen ciertas técnicas, que deben formar parte de la planificación agrícola anual.
En consecuencia, se prepara previamente el suelo durante el período de lluvias de un año, para sembrar el año siguiente con la tierra seca, para eso hay que hacer subsolado (una herramienta para labrar suelos profundos que tiene problemas de riego, poca aireación, mal drenaje, etc.). Es una de las mejores formas de descompactar el suelo.
Otro punto sobresaliente es el manejo de plagas y enfermedades, control de malezas y un sistema de fertilización tanto químico como orgánico, inclusive el sistema de recolección. Todo esto influye en su capacidad productiva del próximo año.
Recomendó que en el control de maleza es mejor utilizar cuchillo o herbicidas. Si se usa un azadón cuando la maleza está alta, podrían cortarse las raíces de la planta y no podría desarrollarse. Por ende, es preferible no permitir que las malezas crezcan.
Enfatizó que el año 2009, batieron récord mundial de producción de tuna con 732 toneladas en tres meses de cultivos sin riego y normalmente se consigue entre 400 a 600 toneladas por hectáreas, lo que es suficiente alimento para unas 30 vacas por hectárea.
Fuente: Publiagro