La Universidad Juan Misael Saracho, ha ejecutado proyectos de la tuna en zonas como Villa Montes, Boyuibe, Charagua y otros lugares donde son azotados por la sequía




El Chaco boliviano está buscando alternativas para hacer frente a la sequía que afecta duramente a esa zona la mayor parte del año. Productores, ganaderos y la Universidad Juan Misael Saracho, están llevando a cabo investigaciones sobre variedades de nopal o tunas como forraje para el ganado.
«Estamos más que convencidos de que con la tuna tenemos una solución a nuestro problema de sequía. No olvidemos que la cantidad de agua que posee la tuna es importante, y es una variedad que todas las especies de animales consumen sin ningún problema, ya que no tiene ningún tipo de restricción», explicó Gonzalo Montaño, presidente de la Asociación de Ganaderos de Cabezas (AGACABEZAS).
Montaño recomendó capacitarse y seguir los consejos de expertos sobre cómo implantarla y los cuidados que se le deben dar para lograr una producción provechosa
«Me parece espectacular que se esté motivando al productor para incursionar en el cultivo de la tuna, porque de ahí vamos a obtener el material vegetativo para poder reproducir, y sobre todo, existen variedades que se han adaptado bien a nuestra zona, ya que cada región tiene una tuna adecuada a su entorno», comentó Montaño.


«Me parece espectacular que se esté motivando al productor para incursionar en el cultivo de la tuna, porque de ahí vamos a obtener el material vegetativo para poder reproducir, y sobre todo, existen variedades que se han adaptado bien a nuestra zona, ya que cada región tiene una tuna adecuada a su entorno»
En Tarija, la Universidad Juan Misael Saracho ya está llevando a cabo estudios sobre el nopal o tuna forrajera. Ivar Reyes Vaca, investigador de variedades de tuna en la Universidad Juan Misael Saracho, ha realizado investigaciones con diferentes variedades de tuna que se adapten a lugares como Boyuibe, Charagua, Villa Montes y en la región autónoma de Gran Chaco.
«En la zona de Yacuiba, el chaco tarijeño, hemos realizado una colecta de ecotipos nativos con 22 entradas, de las cuales seleccionamos 10 por sus características sobresalientes con el objetivo de llevar a cabo investigaciones para forraje. En la zona del Chaco, especialmente en Tarija, enfrentamos un gran problema que es la escasez de agua y forraje para el desarrollo de la ganadería», dijo Reyes.
El investigador explicó que, después de realizar la colecta de materiales de los ecotipos regionales, se llevó a cabo una prueba de comparación de variedades, evaluando su comportamiento, rendimiento y biomasa. Se examinaron 10 ecotipos destacados, de los cuales se seleccionaron 3 debido a su excelente respuesta a las condiciones de la región del Chaco tarijeño. Estos mismos ecotipos también se llevaron a diferentes zonas productivas.
Además, se llevó a cabo un trabajo de evaluación de la respuesta de la producción de biomasa a diferentes densidades de plantación, abarcando desde 2 mil plantas por hectárea, hasta 50 mil plantas por hectárea. En estos trabajos se identificaron materiales muy prometedores con densidades y un rendimiento en biomasa de más de 300 toneladas por hectárea.
Fuente: Publiagro