En varias comunidades de ese municipio los frutos están secos, principalmente por la falta de humedad y el intenso calor

Los productores esperan las lluvias, para no sufrir más pérdidas en el campo. / Cristian Castro
Los duraznos se encuentran en estas condiciones por falta de agua. / Cristian Castro

La sequía extrema que se registra en Bolivia afecta a todos por igual, desde productores agrícolas hasta ganaderos que están desesperados por la falta del líquido elemento.

Un ejemplo de esta situación crítica es lo que experimentan actualmente los productores de durazno, ciruelo y papa en la comunidad Santa Rosita en el municipio de Vallegrande.

Cristian Castro, agricultor de la zona, informó que en este periodo es crucial para el durazno, ya que requiere más agua durante su fase de crecimiento. Sin embargo, debido a la falta de humedad, los frutos de muchas plantas están marchitándose y cayéndose.

“Debido a la falta de agua no habrá mucha fruta este año, especialmente el durazno que recién se cosecha en enero o febrero y el ciruelo tardío que sale en diciembre”, explicó Castro.

Para evitar mayores pérdidas muchos productores de la zona aplican riego con el agua de la represa Guadalupe que ahora también está en su nivel más bajo, por falta de precipitaciones.

Papa

El cultivo de la papa se encuentra en su última etapa de crecimiento y la próxima cosecha se estima dentro de 20 a 30 días, por ese motivo los agricultores de esa región tratan de que no falte agua en sus cultivos para no sufrir pérdidas.

«Debido a la falta de agua no habrá mucha fruta este año, especialmente el durazno que recién se cosecha en enero o febrero y el ciruelo tardío que sale en diciembre«

Así se encuentra la represa de Guadalupe, con el agua en su mínimo nivel. / Foto: Cristian Castro

Pronóstico 

Por otra parte, Castro manifestó que para la zona de Vallegrande hay pronóstico de lluvia del 45% para el domingo 19 de noviembre, para el viernes 24 chubascos con probabilidad del 84% y para el sábado 25 opción de lluvia del 60%.

Los agricultores esperan con expectativa la llegada de las lluvias, ya que estas son fundamentales para el desarrollo de la papa, el crecimiento de las frutas y la disponibilidad del líquido necesario para el consumo humano.

Fuente: Publiagro