El gerente técnico de Fundacruz explicó que con esa técnica se evitan problemas con las enfermedades y el ataque de insectos
La Fundación de Desarrollo Agrícola Santa Cruz (Fundacruz) trabaja con énfasis en nuevas variedades de soya y actualmente a través de sus técnicos brinda también el soporte técnico a los productores para conocer cómo, cuándo y dónde sembrar.
Mario Pórcel, gerente técnico de Fundacruz, explicó que una de las dudas más recurrentes es cómo usar las variedades tardías en la campaña de verano.
“Las variedades tardías en verano son más complicadas porque llueve mucho, la planta crece más, el ciclo es largo y obviamente proliferan muchos problemas como insectos y enfermedades”, dijo Pórcel.
Para eso las recomendaciones están relacionadas a la densidad de siembra que se tiene que manejar, tal como ocurre con la variedad FCZ Salina que fue lanzada por Fundacruz.
En base a esa experiencia se recomienda disminuir la población de plantas casi de forma general porque en verano hay buena humedad y horas de luz, por eso todas las variedades tienen buen desarrollo.
Y cuando se carga altas poblaciones surgen problemas en el control de las enfermedades e insectos y obviamente eso ocasiona una disminución en la productividad.
Pórcel manifestó por otra parte que ahora no hay mucha semilla de variedades precoces, ante ese inconveniente sugirió a los productores que procuren guardar parte de la cosecha de verano para la siguiente siembra.
“En este caso tienen que hacer test en el campo, mandar el material a una planta semillera, hacer el beneficiamiento y guardarlo en cámara fría. Haciendo números les sale más económico guardar su semilla y que sea de buena calidad”, apuntó el gerente técnico.
«Las variedades tardías en verano son más complicadas porque llueve mucho, la planta crece más, el ciclo es largo y obviamente proliferan muchos problemas como insectos y enfermedades»
Contrabando
La importación de semilla transgénica de soya, a través del contrabando, perjudica el trabajo de investigación que realizan varias instituciones de desarrollo como Fundacruz.
Pórcel expresó que esa situación desincentiva el trabajo que realizan, ya que no es rentable el registro de nuevas variedades porque reduce la demanda por parte de los agricultores.
Fuente: Publiagro