La humedad relativa también se toma en cuenta y si el valor es muy elevado existe el riesgo de muerte por infarto de un animal
El estrés por calor es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los productores de leche en Santa Cruz, ya que afecta la salud, el bienestar y reproducción e incluso puede provocar la muerte de las vacas que tienen mayor rendimiento.
La temperatura ambiental no es la única variable que influye en una situación de estrés, ya que también se deben considerar la humedad relativa, la radiación solar y la velocidad del viento.
Para calcular un valor de referencia está el Índice de Temperatura y Humedad (ITH), que emplea a estos elementos para estimar el efecto sobre los animales.
El ITH es un número utilizado para evaluar si las condiciones ambientales resultan estresantes para los bovinos, en el caso de los lecheros un ITH mayor a 68 se considera un nivel de alerta.
Daniel Delitte, propietario de la Cabaña Dolores ubicada en el municipio de Buena Vista,
maneja una aplicación para determinar este ítem que le ayuda a tomar precauciones.
“Con un ITH de 68 ya se presentan niveles de estrés y con 86 existe una situación de emergencia y sobre todo peligro de muerte de los animales por infarto”, explicó Delitte.
También mencionó que los animales que producen poca leche (7 a 9 litros) no lo sienten tanto, pero las vacas que rinden más litros (por encima de 30 litros) sufren más por estrés calórico.
Delitte dijo al respecto que una vaca que produce harta leche tiene un metabolismo acelerado, por cada litro que produce se genera más calor en su cuerpo por la energía que está quemando, por eso son los animales más afectados por la elevada temperatura.
«Con un ITH de 68 ya se presentan niveles de estrés y con 86 existe una situación de emergencia y sobre todo peligro de muerte de los animales por infarto»
Ventilación y agua
En la Cabaña Dolores se instaló un sistema de aspersión de agua para bajar el estrés calórico de las vacas, en el momento de la ordeña para enfriar el cuerpo de los animales.
El sistema consiste en generar corriente de aire de manera constante con ventiladores potentes y se produce un minuto de aspersión de agua (como lluvia) cada seis minutos.
Este sistema permite que, durante la tercera aspersión, los animales puedan rumiar tranquilamente, manteniendo una temperatura corporal por debajo de los 39 grados Celsius.
Fuente: Publiagro