En ese predio 40 vacas están sometidas a la inspección de Asocebu y otro análisis se hace para vender la leche a la industria de lácteos
El registro de cantidad de leche producida por cada vaca es parte del control lechero, que consiste en un programa que lleva adelante la Asociación Boliviana de Criadores de Cebú (Asocebu)
Tiene como finalidad verificar y registrar la producción de leche, observando la identificación de individuos y aptitud lechera de cualquiera de las razas cebuinas.
Daniel Delitte, ciudadano belga de 68 años, participa en ese trabajo con varias vacas de la raza Girolando en la Cabaña Dolores ubicada en el municipio de Buena Vista.
“El control lechero es la única herramienta para vender genética, por eso tengo 40 vacas que están de manera permanente en esa inspección porque soy vendedor de genética y trato de ir adelante con la raza Girolando”, dijo Delitte.
Por otra parte, mencionó que esta es una manera de mostrar que sus animales son excelentes productores de leche y eso se logra solo con la inspección oficial de Asocebu.
Posteriormente toda la parte estadística se coordina con la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), para ver el comportamiento de las razas cebuinas.
«El control lechero es la única herramienta para vender genética, por eso tengo 40 vacas que están de manera permanente en esa inspección porque soy vendedor de genética y trato de ir adelante con la raza Girolando»
INDUSTRIA
Otro tipo de control lechero es el que hace la empresa PIL durante el acopio, para transportar el producto a la industria.
Un personero capacitado saca muestras del tanque de enfriamiento para determinar si la leche no está ácida, para ello se mezcla con alcohol de 74 grados en la misma proporción.
Si la leche no se corta o hay grumos se descarta la acidez, luego se hace otra prueba con un refractómetro para determinar si no tiene agua. Si marca arriba de 8.5 la leche es aceptada.
El tercer análisis está relacionado a la presencia de antibióticos para hacer el trasvase al camión cisterna.
“Todo este análisis se hace para determinar que la leche no tiene ningún antibiótico y es apta para el consumo humano. Todos los productores pasan por este proceso”, agregó Delitte.
Por último se saca una muestra que es llevada al laboratorio, para determinar la cantidad de células somáticas, grasa, proteína y en función de los resultados se hace el pago por la leche.
Fuente: Publiagro