La empresa Interagro presentó varios manejos para evitar los efectos erosivos del viento y facilitar la incorporación de nitrógeno

Los cultivos de cobertura se pueden integrar junto con el cultivo principal o se pueden establecer para cubrir la tierra a fin de proteger el suelo de los efectos erosivos del viento, la lluvia y las altas temperaturas fuera del ciclo productivo principal.

En base a ese concepto la empresa Interagro presentó en su Centro Tecnológico de Avanzada (CTA), en el municipio de San Pedro, 16 tipos de manejo con materiales individuales y mix.

El objetivo de su incorporación es que el manejo del suelo sea sostenible con la actividad agrícola y no influya en los rendimientos que se registran en cada campaña.

Daniel Paz, asesor técnico comercial de Interagro para la zona de la Chiquitanía, explicó que esta vez decidieron promocionar con mayor énfasis esta práctica para mejorar las condiciones del suelo.

“Una de las grandes ventajas de los cultivos de cobertura es la protección que dan al suelo y facilitan la descompactación, para que los cultivos posteriores no sufran los efectos negativos en superficies desprotegidas y el clima caliente. En ese aspecto beneficia muchísimo a los productores”, dijo Paz.

“Una de las grandes ventajas de los cultivos de cobertura es la protección que dan al suelo y facilitan la descompactación, para que los cultivos posteriores no sufran los efectos negativos en superficies desprotegidas y el clima caliente. En ese aspecto beneficia muchísimo a los productores”

MANEJOS

Entre los manejos sugeridos están el uso del trigo morisco con 10 kilos por hectárea, cuyo cultivo es fácil y barato incluso en agricultura ecológica debido a su ciclo corto de 8 a 10 semanas e independiente de agroquímicos.

Crotalaria spectabilis es la otra opción también con 10 kilos por hectárea, se trata de una leguminosa indicada para suelos de mediana y alta fertilidad para asociación con cultivos perennes.

Crotalaria juncea es una especie de leguminosa que se puede aplicar 10 kilos de semilla por hectárea, es considerada como un cultivo de cobertura fijador de nitrógeno.

El Lab Lab es una leguminosa de múltiples propósitos que puede usarse como cultivo de cobertura, abono verde, control de erosión y para eliminar las malezas.

También se exhibieron mix completos, como el Nabo forrajero junto con crotalaria, trigo morisco y mileto que aparte de la protección del suelo aportan nutrientes al suelo.

Fuente: Publiagro