Muy solicitados por su sabor dulce y jugoso, los duraznos producidos en el municipio de Quirusillas abastecen el mercado de Santa Cruz e incluso suministran a algunas empresas


La economía del municipio de Quirusillas encuentra su principal sustento en la agricultura, siendo uno de los cultivos más destacados la producción de duraznos en sus diversas variedades, como Gumucio, Amarillo y Paimino, entre otros.
Esta deliciosa fruta prospera en las altas tierras de Quirusillas, específicamente en las comunidades de Rasete, Rodeo, Lagunillas y Las Pampas.
Adelai Arteaga, un productor local, nos comenta que el durazno de Quirusillas es altamente demandado por su sabor jugoso, dulce y su tamaño uniforme.
«Tenemos alrededor de 500 plantas de durazno, y cosechamos hasta 3 cajas por planta cada febrero, ya que la producción se renueva anualmente», informa Arteaga.
“Pese a la adversidad de plagas como la polilla y cochinilla, los productores hemos aprendido a combatirlas ya que aparecen en los meses de enero y febrero, justo en las épocas de cosecha en las comunidades de Rasete, Rodeo, Lagunilla y Las Pampa. A pesar de estos desafíos hemos tenido buenas cosechas”


A pesar de la alta calidad del durazno, los productores se enfrentan al desafío de precios en constante fluctuación en los últimos años, lo que ha llevado a la venta a precios más bajos. Sin embargo, su reputación por la calidad ha permitido que los productores establezcan relaciones comerciales directas con empresas y abastezcan a los mercados de Santa Cruz.
Hasta el año pasado, la producción de durazno en Quirusillas ha sido altamente rentable, sin sufrir daños significativos por heladas o sequías, gracias a la disponibilidad de una poza que permite el riego manual de los cultivos. Además, algunos productores ya han implementado sistemas de riego por goteo, según informa Adelai Arteaga.
El principal desafío para los productores de durazno es la susceptibilidad de estos cultivos a plagas. “Pese a la adversidad de plagas como la polilla y cochinilla, los productores hemos aprendido a combatirlas ya que aparecen en los meses de enero y febrero, justo en las épocas de cosecha en las comunidades de Rasete, Rodeo, Lagunilla y Las Pampa. A pesar de estos desafíos hemos tenido buenas cosechas”.
Fuente: Publiagro