Lograr la rentabilidad en los negocios agrícolas y pecuarios en Santa Cruz es posible; sin embargo, es crucial entender que la protección total del suelo es un requisito imprescindible.

Desde hace varios años en Santa Cruz-Bolivia se ha adoptado una perspectiva orientada a la sostenibilidad en el sistema productivo, específicamente a través de la incorporación de cultivos de cobertura o también conocidos como cultivos de servicio. Este enfoque ha ido ganando terreno debido a un creciente interés en el sector.

Edward Peña, Ingeniero Agrónomo, subraya que la sustentabilidad implica que lo que se cultiva en la actualidad debe ser productivo para las generaciones futuras. En este sentido, destaca el valor de la siembra directa bajo una protección integral que abarque la totalidad del suelo, minimizando así pérdidas por evaporación y escorrentía.

La siembra directa, también denominada labranza de conservación, labranza cero o siembra directa sobre rastrojo, es una técnica agrícola que prescinde del arado convencional para evitar la alteración del suelo.

“Tenemos que pensar en una siembra directa con 100% de cobertura en lo posible”, enfatizó el especialista.

La cobertura total del suelo, en consecuencia, optimiza la gestión del agua, promueve la actividad microbiana, que son los microorganismos que transforman los nutrientes de forma disponible y contribuye a mejorar la materia orgánica. Esta cobertura también ejerce una función supresora sobre las malezas, ya que estas no pueden competir con los cultivos cuando el suelo está abundantemente cubierto de rastrojo.

“Un agricultor, ganadero, fruticultor, horticultor, cualquier emprendimiento agrícola- pecuario debe basarse fundamentalmente en la protección del suelo”

El ingeniero agrónomo también se refirió a la agricultura rentable sobre diferentes tipos de suelo, asegurando que en Santa Cruz es posible hacer rentable el negocio agrícola o pecuario.

Sin embargo, la base fundamental-transversal, para todo aquello es el suelo mismo. Ganaderos y agricultores deben reconocer que el suelo requiere una protección completa y no debe quedar expuesto a las condiciones ambientales adversas, como la lluvia, la radiación solar y ultravioleta. Estos impactos directos sobre el suelo desnudo inhiben la supervivencia de los microorganismos benéficos encargados de la degradación de la materia orgánica y la transformación de nutrientes.

Por lo tanto, el suelo debe ser considerado como un activo preciado, protegido de manera integral para garantizar la sostenibilidad del negocio.

“Un agricultor, ganadero, fruticultor, horticultor, cualquier emprendimiento agrícola- pecuario debe basarse fundamentalmente en la protección del suelo”, aseveró.

El suelo es un organismo vivo complejo y dinámico que constituye la capa vital de la Tierra, compuesto por elementos minerales y orgánicos, así como aire y agua.

Peña también expone que la rotación de cultivos juega un papel crucial en este proceso, ya que los cultivos de alto aporte de biomasa secuestran carbono, que a su vez se convierte en materia orgánica. Esta materia orgánica, compuesta en un 59% por carbono, protege y nutre el suelo, fomenta la actividad microbiana y mejora la infiltración del agua.

“Hay una agricultura sustentable, únicamente cuando está basada en una cobertura total del suelo”, afirmó.

Además, el profesional señala que al introducir rastrojo en el suelo se reduce la presencia de malezas, lo que permite una menor dependencia de herbicidas. Asimismo, cuando el suelo está cubierto con rastrojo, el agua se infiltra en lugar de escurrirse, beneficiando la retención hídrica y reduciendo la erosión.

Al tener mucho rastrojo en el suelo, lo que se va lograr es que haya mayor reciclaje de nutrientes, es decir que para la próxima campaña va a tener mayor cantidad de nutrientes, para los cultivos que vengan.

El incremento del rastrojo en el suelo también intensifica el reciclaje de nutrientes. Con cada rotación de cultivos, como sorgo, soya, trigo, maíz y pasto, este proceso contribuye a la protección del suelo y al enriquecimiento gradual del mismo en nutrientes. Esto, a su vez, optimiza la eficiencia de la fertilización al mantener el suelo permanentemente cubierto.

“El rastrojo es nuestro aliado, no podemos incorporarlo al suelo con implemento de disco que es nuestro enemigo, en un suelo donde el limitante número uno es el agua, no podemos darnos el lujo de tener un suelo desnudo”, indicó.

 

Fuente: Publiagro