Según datos del Observatorio de la Cadena Láctea, dejaron de exportarse una 30.000 toneladas de lácteos y se resignaron ingresos por USD 117 millones.
A los problemas de rentabilidad, precio y producción que sufre la lechería, agravados en el último año por la extrema sequía que vivió nuestro país, se le sumó ahora una fuerte caída en las exportaciones durante el primer semestre. Según datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), durante el período enero-junio los despachos de productos lácteos cayeron casi un 15% tanto en valor como en volumen.
En rigor, los embarques durante el primer semestre cayeron 14,8% interanual hasta las 167.478 toneladas, lo que implicó una merma de unas 30.000 toneladas, mientras que en valor el monto se redujo 14,9% y se ubicó en USD 661,1 millones, perdiendo ingresos por USD 117 millones. De esta manera, los despachos cayeron 18,4% en cantidad de litros equivalentes hasta los 1.173 millones de litros.
Según explicó a Infobae el director ejecutivo del OCLA, Jorge Giraudo, la baja en el volumen exportado y en los ingresos se dio como consecuencia de una fuerte caída de los precios internacionales que imposibilitó a las empresas argentinas llegar a algunos de sus principales mercados, como es el caso de Argelia.
“Los motivos fundamentales son, por un lado, que ha caído fuertemente el precio internacional. Nuestro principal producto de exportación es la leche en polvo, que estaba en valores de entre USD 3.500 y USD 3.600 la tonelada, pero en los últimos meses comenzó a caer hasta los USD 2.700 la tonelada. Argentina venía exportando un porcentaje muy importante a Argelia y otro a Brasil.
Pero con el país africano, la exportación llegó casi a cero en los últimos tiempos”, dijo Giraudo.
“El panorama es que de hoy a octubre la producción nacional va a seguir creciendo por una cuestión estacional, por lo que lejos de tener menor producción con destino a exportación vamos a tener más, en un contexto donde los precios futuros siguen cayendo”
La razón por la cual el comercio con el país norafricano mermó considerablemente se debe, básicamente, a una cuestión de precios que nuestra industria no puede afrontar. “Esta caída en los valores obedece a la baja importación de China, que es abastecida por Nueva Zelanda principalmente. Además de que el gigante asiático genera la caída del precio internacional, hace que Nueva Zelanda salga a pescar a otros mares y gana licitaciones como la de Argelia, ya que entra con un precio que por dos motivos principales nosotros no podemos acceder: el primer punto es que tenemos derechos de exportación (9%) y porque tenemos un retraso cambiario alevoso.
Transformada esa exportación con precios bajos, con retenciones y cambio atrasado, nos da por debajo del precio interno de compra de la leche, por lo cual salimos”.
Brasil
El otro gran mercado al que Argentina exporta es a Brasil, que absorbe el 40% de nuestros despachos. En este sentido, Giraudo remarcó que existe una “ventaja en el Mercosur”, que permite vender productos lácteos a precios más alto que el comercio internacional, debido a un arancel del 28%, lo cual “nos permitiría llegar a los USD 3.400 a USD 3.500 la tonelada”.
Pero esa dinámica podría cambiar. “La producción en Brasil comenzó a recuperarse, el precio local cayó mucho, por lo cual les conviene comprar leche interna y a su vez hay menos demanda del producto por una cuestión de recesión económica. A esto se suma que hay un pedido complicado por las asociaciones de productores del país vecino a su gobierno reclamando una suerte de protección, porque Uruguay y Argentina han exportado mucho a ese país y cada vez que eso ocurre las gremiales salen fuerte a quejarse, cuestión que en algún momento generaron el cierre de la importación”.
Respecto a las perspectivas internas de cara al comercio exterior, Giraudo sostuvo que “el panorama es que de hoy a octubre la producción nacional va a seguir creciendo por una cuestión estacional, por lo que lejos de tener menor producción con destino a exportación vamos a tener más, en un contexto donde los precios futuros siguen cayendo”.
“Eso evidencia que China todavía no despertó. Todos hablaban de que el país asiático iba a estar recuperándose en el segundo semestre, pero eso todavía no pasó. Si crece la demanda de ese país, se puede dar una recuperación de precio, mientras que otra posibilidad es que los calores extremos que afectan a Europa hagan caer su producción, pero el problema que tenemos es que vamos a tener más leche y la vamos a tener que volcar al mercado interno, donde los precios están destruidos”, concluyó Giraudo.
Fuente: Infobae