La Bodega Jardín Oculto trabaja con variedades de uvas como la Moscatel de Alejandría, la Negra Criolla y la Vischoqueña.
La bodega Jardín Oculto, reconocida por su trabajo con viñas viejas en el valle de Cinti en Chuquisaca, pretende mostrar al mundo la historia y belleza que guardan los viñedos de este lugar, una joya para la viticultura mundial.
A finales del año 1800 se produjo una peste que mató los viñedos alrededor del mundo y milagrosamente los viñedos de Cinti fueron los únicos que sobrevivieron a la peste. Estamos hablando de viñas de hace más de 100 años que crecen enredadas en los árboles molle y chañar, alcanzan alturas de hasta 6 metros. Esta forma de cultivo, además de ser visualmente impactante, contribuye a la calidad y singularidad de los vinos.
El nombre «Jardín Oculto» refleja la diversidad y riqueza del viñedo. Además de las vides y los árboles que las guían, en el viñedo se encuentran higueras, manzanos, granadas, membrillos, gallinas, ovejas, perros y gatos. Esta convivencia armoniosa entre la naturaleza y la viticultura es una parte integral de la filosofía de la bodega, explicó Maria José Granier, fundadora y propietaria de Jardín Oculto.
¨Trabajamos con viñas del Valle de Cinti en Chuquisaca, con varios pequeños productores que cuentan con 4 hectáreas, les compramos la uva después de hacerle un seguimiento semanal en época de crecimiento¨.
La Bodega Jardín Oculto trabaja con variedades de uvas como la Moscatel de Alejandría, la Negra Criolla y la Vischoqueña.
“Trabajamos con viñas del Valle de Cinti en Chuquisaca, trabajamos con varios pequeños productores que cuentan con 4 hectáreas, les compramos la uva después de hacerle un seguimiento semanal en época de crecimiento”
VARIEDAD MOSCATEL DE ALEJANDRÍA
Esta uva es conocida por su olor a flores blancas, durazno y por ser muy aromática. Es la variedad más plantada en Bolivia.
LA NEGRA CRIOLLA
Es conocida por ser una variedad de uva con aroma a frutilla, frambuesa y frutos rojos en general, se caracteriza por ser una variedad ligera de color, de término medio.
LA VISCHOQUEÑA
Es una uva originaria, sólo se da en Bolivia, hija de la Negra Criolla y la Moscatel de Alejandría, es un cruce natural que se dio en la comunidad de Vischoca en el departamento de Potosí, por eso el nombre. Es tinta, pero en la bodega se la maneja como blanca, su aroma es a pomelo y cítricos.
Son un tesoro enológico que la bodega ha sabido aprovechar para crear vinos de calidad excepcional.
¨Nuestra producción es muy pequeñita, elaboramos menos de 5 mil botellas por año, es un número que ha ido creciendo cada año¨, explicó María José.
VINO DE EXPORTACIÓN
Gracias a la gastronomía boliviana, un importador de Brasil fue a comer a La Paz, visitó el restaurante Gustu y probó los vinos, le encantaron, además de gustarle la historia de los viñedos, confesó la fundadora de Jardín Oculto.
¨Nos contactó y primero fuimos a Brasil hacer una prueba de mercado a una feria y cuando vio que había interés, decidió hacer pedido para su país, lamentablemente en ese entonces era una situación bastante incierta porque ninguna bodega boliviana había podido llevar los vinos a Brasil dado que ese país tiene una legislación que después de mucho averiguar nos dimos cuenta que Bolivia no podía cumplir si es que la etiqueta decía vinos de altura, porque es considerado una denominación de origen y Bolivia no cuenta con el estudio de laboratorio como para dar el certificado que Brasil solicitaba en caso de denominación de origen, pero una vez que nos dimos cuenta de eso, logramos realizar toda la documentación y salir adelante¨.
La Bodega Jardín Oculto, exporta 3 variedades a Brasil, son vinos ligeros y entran en el rubro de vinos naturales, lo que quiere decir que hay una intervención mínima.
¨Lo que queremos es mostrar el viñedo, por eso el trabajo es lo menos posible en bodega. Lo que queremos hacer son vinos muy fáciles de beber, jóvenes y que se hable del viñedo y no de la madera de la bodega¨.
Es la primera bodega boliviana en lograr este importante hito. Es un negocio familiar, han estado en la industria del vino desde hace 100 años, María José cuenta que un día visitó uno de los viñedos con los que hoy trabajan y se enamoró de él.
¨Pensé que había que mostrar al mundo este tipo de viticultura¨.
Fuente: Publiagro