Se trata de un conjunto de acciones que permiten mejorar el hato, como la selección de reproductores y precocidad en la preñez.

Ganaderos y técnicos escucharon la charla con mucha atención. / Foto: Publiagro

Bruno Aguiar, reconocido referente en el ámbito de las lecherías que cuentan con animales de la raza Gyr y Girolando en Brasil, dio una charla sobre la Genética de Precisión dirigida a productores y técnicos de Santa Cruz.

A su criterio, esta técnica consiste en una serie de herramientas que se pueden aplicar en las unidades productivas para obtener animales de calidad y buen rendimiento en la producción de carne y leche.

En el desarrollo de su exposición destacó la importancia del genoma en la selección de animales para el acasalamiento, el uso de toros jóvenes para ese fin y la eficiencia en la toma de decisiones al seguir un programa de mejoramiento con la Genética de Precisión.

“El acasalamiento con toros jóvenes es importante en la genética de precisión, así como el uso del genoma que se aplica en Brasil y se quiere implementar en Bolivia. La suma de estas herramientas permitirá aumentar la producción”, dijo Aguiar.

Para entender el concepto, genoma es el conjunto completo del material genético (ADN) en un organismo, tiene la información necesaria para que un ser vivo pueda crecer y desarrollarse.

“El acasalamiento con toros jóvenes es importante en la genética de precisión, así como el uso del genoma que se aplica en Brasil y se quiere implementar en Bolivia. La suma de estas herramientas permitirá aumentar la producción”

Aguiar agregó que en Brasil cada criador tiene el registro del genoma de sus animales, eso permite ver cuáles son los animales o toros que están transmitiendo mejores genes.

También mencionó que a veces es necesario hacer la resincronización de la Inseminación a Tiempo Fijo (IATF) para sacar a las vacas del anestro (falta de celo) para que estén en mejores condiciones para el cruzamiento.

EDAD EN EL PRIMER PARTO

Ese es otro problema en América Latina remarcó el especialista, ya que el dato actual revela que la preñez se registra en promedio a los tres años y el parto se da a los cuatro años.
“El objetivo es preñar a las vaquillas en el primer año y que lleguen a parir a los dos años”, enfatizó Aguiar.

Con esa acción se busca aumentar de manera significativa el nacimiento de terneros en las áreas de producción, con vacas con buen índice zootécnico.

 

Fuente: Publiagro