Control y recomendación en enfermedades del trigo

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Disertante ,Ingeniero Javier Toledo en su exposición. / Foto: Publiagro

En el Colegio de Ingenieros Agrónomos (CINACRUZ), se llevó a cabo el curso técnico “Manejo de enfermedades en Trigo”. Durante la segunda jornada, el disertante Javier Toledo expuso sobre las medidas generales de control de enfermedades en el trigo.

Asistentes a la exposición en Cinacruz. / Foto: Publiagro

El profesional Javier Toledo, expresó su sorpresa al ver que los agricultores no adoptan medidas de control durante épocas de siembra, a pesar de que ya se conocen.

Señaló que, para el control de enfermedades en el trigo, es importante tener en cuenta la época de siembra y utilizar variedades resistentes a la piricularia, que es el mayor problema.

En el caso de la roya, indicó que no es tan vital utilizar variedades resistentes. En este caso, se puede recurrir al control químico.

“Tenemos que enfocarnos en la piricularia y ver en lo posible un material que sea resistente en hojas y en espigas”, informó el profesional.

Explicó que, aunque el motacú tiene un ciclo intermedio, puede ser beneficioso debido a que en las etapas de afloración, cuando la piricularia es más peligrosa, los períodos más secos o fríos pueden limitar el avance del problema y permitir que el trigo se desarrolle normalmente.

En caso de utilizar materiales nuevos, recomendó no sembrarlos en áreas extensas, sino comenzar en áreas pequeñas, para evaluar su comportamiento y, en un futuro, sembrar en mayor cantidad una vez que se conozcan mejor.


“Tenemos que enfocarnos en la piricularia y ver en lo posible un material que sea resistente en hojas y en espigas


Asimismo, enfatizó la importancia de tener precaución con la fertilización, principalmente con el nitrógeno. Advirtió que el uso excesivo de urea es riesgoso, ya que generalmente se aplica después de la siembra, a los 30 0 35 días de emergencia del cultivo.

También señaló la importancia de tener cuidado con las dosis y la cantidad de fertilizante, especialmente en el caso de la urea. Recomendó no exceder los 100 kilos, ya que niveles más altos pueden generar una mayor susceptibilidad en las variedades, incluso si son resistentes a la piricularia.

Sostuvo que es lamentable ver sembrar materiales susceptibles en condiciones favorables. Normalmente, los materiales susceptibles deberían ser sembrados en condiciones desfavorables para que la enfermedad no cause daños tan severos.

En cambio, recomendó colocar los materiales con cierto nivel de resistencia en áreas donde las condiciones sean favorables para la enfermedad, ya que muchas veces los agricultores comienzan al revés.

Fuente: Publiagro