El control biológico fue parte de una charla técnica.
Foto: Publiagro
En la Cabaña Alegría utilizan tres especies para combatir a esta plaga y también la presencia de gusanos.


El control biológico, con el uso de enemigos naturales, es una opción que tienen los productores de la Chiquitania para combatir los chinches que provocan el salivazo y afectan la producción de las pasturas.
Es una plaga que provoca una gran pérdida a los ganaderos, porque limita la disponibilidad de forraje para la alimentación de los animales.
Alexandre Vargas Valente, propietario de la Cabaña Alegría ubicada en San Miguel de Velasco, tuvo una experiencia negativa con este insecto cuyo nombre científico es Mahanarva spectabilis.
En la mayoría de sus potreros Valente tenía el pasto conocido como Marandú, que es una Brachiaria del género Brizantha. Es una especie de excelente valor nutricional, con alta producción de forraje y muy buena palatabilidad.
A pesar de esas características, en un rastrillaje rutinario por su propiedad observó una clorosis significativa en las plantas, uno de los síntomas que identifican la presencia del salivazo.
“En marzo del 2019 tenía 120 hectáreas de Marandú que estaban totalmente secas, parecía que se había aplicado Glifosato. Pero con el control biológico y uso de hongos esa situación cambió”, dijo Valente.


“En marzo del 2019 tenía 120 hectáreas de Marandú que estaban totalmente secas, parecía que se había aplicado Glifosato. Pero con el control biológico y uso de hongos esa situación cambió”
TÉCNICA
Según la información revelada por el dueño de la Cabaña Alegría, el control biológico del salivazo en su propiedad se resume en la aplicación de hongos entomopatógenos que enferman a los insectos sudadores y también a los gusanos.
Los hongos utilizados en ese predio productivo son el Metharizium anisopliae, Beauveria bassiana y para el gusano Methariziun rileyi.
“La gran ventaja de estos hongos entomopatógenos es que tienen cero toxicidad, ya que incluso una persona puede tomar el producto y no pasa nada”, agregó Valente.
Por otra parte destacó que existe un efecto residual largo y mejor actuación de los hongos, mientras exista la temperatura y humedad adecuadas.
Otro detalle importante es que en los insectos muertos en el campo, producto de los hongos, se produce luego la esporulación y el control se mantiene de manera indefinida.
Fuente: Publiagro