Haras F&G
Foto :Publiagro
El Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural Los equinos de la raza árabe deben su reputación a su inteligencia, carácter fuerte y resistencia sobresaliente. Es una de las razas de caballos más reconocidas en el mundo.


En la propiedad Los Tajibos ubicada a 20 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, se encuentra Haras F&G, el lugar que hospeda a los equinos de la raza arabe, que cuentan con todas las condiciones y gozan de una calidad de vida.
Santiago Julio García, gerente general de Harás F&G y propietario de quinta “Los Tajibos “ asegura que estos animales se caracterizan por tener las orejas siempre en alto, la extensión del cuello, el aplomo de las piernas delanteras y las patas traseras.
Según el experto el caballo árabe se distingue por ser simétrico en tres posiciones: En la grupa, las costillas y la parte del cuello hasta la cabeza.
“Un caballo perfecto árabe debería tener simétricamente tres secciones “, resaltó.
Señaló que el caballo árabe generalmente tiene el pelo muy corto y fino, orejas pequeñas, ojos brotados hacia afuera, fosas nasales más grandes que cualquier otra raza y el chanfle de su cara, lo hace parecer a un caballito de mar.


“Un caballo perfecto árabe debería tener simétricamente tres secciones”
Se diferencia de otros caballos por su corta estatura: 17 pares de costillas, 5 huesos lumbares y 16 vértebras caudales. Esta morfología tan particular (el resto de caballos tienen 18 costillas, 6 huesos lumbares y 7 vértebras) posibilita al animal cargar con jinetes más pesados que otras razas.
Como dato curioso no podemos dejar de destacar que la ausencia de la última vértebra les da la posibilidad de levantar la cola, lo que les da un aire señorial y distinguido. Una cola y una crin, por cierto, extremadamente suaves.
Además, los caballos árabes suelen caracterizarse por tener unos huesos densos y fuertes, por lo que son animales de gran aguante. Su rapidez, agilidad e inteligencia, así como su elegante caminar completan sus características más notables.
Por otra parte, el caballo árabe, pese a ser un animal de sangre caliente, tiene muy buen temperamento. Es fogoso y activo, pero a la vez muy dócil y paciente. Destaca su enorme inteligencia y su sensibilidad.
“Este animal adora la compañía humana y siempre buscará nuestro cariño y respeto.Todas estas características convierten a esta raza muy popular y querida entre los amantes del mundo equino”.
Fuente: Publiagro