El pasto es el alimento más barato para los bovinos.
Foto: Cocinare
La asociación de varias actividades permite por ejemplo la descompactación de suelos o la siembra en terrenos que cuentan con forraje para mantener la humedad.
Un sistema de integración de labores agropecuarias tiene diversas ventajas, según la explicación que dio Diogo Rodrigues, coordinador técnico de semilla en la empresa SOESP de Brasil.
Desde su punto de vista se pueden asociar de buena manera las actividades agropecuarias con la ganadería por ejemplo, aunque últimamente se toman en cuenta también las especies forestales.
“La integración agrícola-ganadería dio buenos resultados en Brasil, ahí se ve la forma de mejorar la fertilidad de los suelos, su estructura, reducción de la compactación, aumento de la composición de biomasa y seguridad hídrica”, explicó Rodrigues.
Indicó al mismo tiempo que en el Beni hay una condición similar de lo que sucede en varias zonas de Brasil, donde se observan pastos degradados y eso obliga a aumentar la productividad.
Lo que normalmente se hace para un resultado bueno, de acuerdo al especialista, es que en verano se siembre en una parcela una leguminosa, por ejemplo soya, frejol, girasol o algodón, eso permitirá usar en invierno sorgo integrado con la braquiaria o el maíz, después de cosechar se tendrá pasto con calidad y volumen para alimentar a los animales en ese periodo.
“La integración cultivo-ganadería da buenos resultados, ahí se ve la forma de mejorar la fertilidad de los suelos, su estructura, reducción de la compactación, aumento de la composición de biomasa y seguridad hídrica”
Rodrigues remarcó que después se puede regresar a la campaña de verano con el cultivo de la soya o frejol, pero esta vez la siembra se realizará en un suelo cubierto por los rastrojos.
PASTURA
Durante su exposición también dijo que la pastura en un sistema de integración de labores agropecuarias tiene diversas ventajas, una de ellas es la mayor descompactación de suelos que son pesados.
En ese caso las raíces de la braquiaria son una herramienta fundamental para tener suelos sueltos, que permitan un buen flujo de agua y la presencia de humedad.
“Las raíces del pasto crean canales donde el agua tiene mayor facilidad para infiltrarse en el suelo, no se perderá en la superficie, sino ingresará al suelo y estará disponible para las plantas”, refirió Rodrigues.
Un suelo cubierto con rastrojo además permitirá que la humedad se pierda más lentamente en relación a uno descubierto, esa es una de las ventajas que se observaron en el campo.
Fuente: Publiagro