La mortandad de pollos debido a las bajas temperaturas, propias de la época invernal, y la falta de maíz son dos de los factores identificados por los comercializadores y proveedores de la carne de pollo como los causantes del incremento del precio de esta fuente de proteína, que ya se siente en los principales centros de abasto de la ciudad.
La pasada semana, el kilo de pollo con menudencias fue ofertado a 12.5 bolivianos; mientras que, desde ayer, el precio ya se fijó en un boliviano adicional, llegando a 13.50. Entre tanto, el kilo de esta carne blanca sin menudencias se cotizó en 14.
El responsable de la Agencia Pacheco, ubicada en la popular calle Lanza, Douglas Hilary, explicó que la gente manifiesta su molestia por el aumento, pero termina adquiriendo el producto por la necesidad.
Por su parte, la encargada del Frial Rilma, Dayana Cordova, explicó que los compradores terminan aceptando el precio porque “está escaso”. Añadió que ante la subida, la gente opta por adquirir menudencias como cuellos, hígados y patas, las cuales también registraron un alza.
“No hay mucha venta. Cuando sube (el precio) no se vende mucho”, lamentó Janet Vargas, otra de las comerciantes de carne magra en el mercado Calatayud.
En medio de este panorama, la venta de pollos en baldes y ofertados a precios más económicos en las aceras de la calle Lanza reporta mayor demanda.
Fuente: Opinión