El Gobierno impulsa la transformación de la matriz energética del país, para sustituir las importaciones de gasolina y diésel mediante la producción de carburantes amigables con el medio ambiente.
“El desafío es generar energía limpia que sea amigable con el medio ambiente y con la madre tierra. La implementación de los proyectos de diésel ecológico y renovable coadyuvará en la reducción de costos de subvención del Tesoro General del Estado, contribuirá a mejorar la balanza comercial e incrementará el Producto Interno Bruto en nuestro país”, manifestó el presidente Luis Arce en el Foro de Biocombustibles, Camino a la Soberanía Energética, que se desarrolló el año pasado.
En ese encuentro, el Mandatario destacó que el diálogo entre expertos representantes de las empresas, instituciones y universidades nacionales e internacionales es el mejor modo de intercambiar experiencias sobre la aplicación de este tipo de tecnologías y de buenas prácticas, que permitan recoger recomendaciones que mitiguen riesgos en la ejecución del Programa de Sustitución de Importaciones de Diésel Oil en Bolivia, que contempla los proyectos de Biodiésel con tecnologías FAME y Diésel Renovable (HVO).
Al respecto, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, aseveró que se debe conversar con los sectores agropecuarios e industrial, ya que son la pieza fundamental para desarrollar las materias primas que requiere la producción de los biocombustibles.
Estación de servicio en Monteagudo, provincia Hernando Siles, del departamento de Chuquisaca.
“Entendemos que la hoja de ruta con los biocombustibles va más allá. Cuando nos vemos en un momento de inflexión en el mundo a causa del cambio climático surge la necesidad de contrarrestar este fenómeno mediante la transformación y diversificación de una matriz energética más limpia. Es por eso que este programa es un proceso sostenible que impulsa el Gobierno para transformar la matriz energética, generar empleos y reactivar la economía”, también aseveró la autoridad en dicho encuentro.
Señaló que en el primer cuatrimestre de 2021 se realizó un estudio de ingeniería conceptual para analizar la construcción de una planta de HVO, que tendrá capacidad de producir aproximadamente 9.000 barriles por día (bpd) de diésel renovable.
Esta biorefinería requeriría 450 mil toneladas de materias primas por año como son la jatropha, el totaí, el cusi y otros cultivos de los cuales se obtienen aceites vegetales, de segunda generación, que no son para el consumo humano.
Para tal cometido, se requiere el apoyo de los ministerios de Desarrollo Rural y Tierras, de Desarrollo Productivo y Economía Plural y de Medio Ambiente y Agua, y de los productores agrícolas.
Al respecto, YPFB pretende duplicar su producción de crudo nacional y generar mayor inversión en el país con el agresivo plan de desarrollo que está encarando esta gestión.
Con el propósito de sustituir la importación de combustibles se tiene seis proyectos exploratorios, por parte de la estatal petrolera, el otro es a través de los biocombustibles y combustibles renovables.
El desafío para el presidente Luis Arce es el de generar energía limpia, que sea amigable con el medio ambiente y con la madre tierra.
La implementación de los proyectos de diesel ecológico y renovable coadyuvará en la reducción de costos de subvención del Tesoro General del Estado, contribuyendo a mejorar la balanza comercial incrementando el Producto Interno Bruto, PIB, en el país, dijo el Primer Mandatario.
La importancia de los combustibles renovables es que reducen en un 50% la emisión de gases de efecto invernadero, siendo el HVO el biocombustible que crece en mayor escala.
El biodiesel tiene como materias primas la jatropha, el totaí, el cusi y otros cultivos.
Cadena logística del proyecto de los biocombustibles
El viceministro de Industrialización, Comercialización, Transporte y Almacenaje de Hidrocarburos, Willan Donaire, refiriéndose al proyecto de los biocombustibles, afirmó que en este momento se está creando un mercado para el biodiésel renovado, que va a involucrar a los recolectores, a la logística de transporte, ya que van a ser llevados a una planta de extracción de aceites, donde se crearía un beneficio para el productor y para el recolector entre otros.
Existirá para la planta de extracción otra logística en cuanto a las cisternas, que van a tener que llevar el aceite no procesado, el aceite virgen, a las plantas de biodiésel, que van a estar emplazadas en las refinerías de Santa Cruz las que producirán 9 mil barriles día; las otras plantas de biodiésel se construirán de acuerdo a estudios de ingeniería conceptual para analizar su instalación.
La autoridad detalló que se tiene establecido un análisis desde Yacuiba, pasando por Villa Montes, Camiri, el mismo chaco tarijeño, chuquisaqueño, cruceño; pasando hasta Beni, Pando donde se va a tener la soya, jatropha, el totaí, el cusi, generando una economía circular sostenible en el tiempo, creando a su vez empleo e ingresos en lo referente al biocombustible.
Está previsto producir 82 millones de litros con una planta; se prevé el 2023 contar ya con una y con ello comprar 82 millones de litros menos del exterior.
Para el 2024 la otra planta de biodiésel produciría el doble, 160 millones de litros y cuando ingrese en producción la planta grande de HVO con 9.000 barriles al día (bpd) se va a tener, hasta el final del 2025 una reducción de importaciones hasta un 40%, señaló Donaire.
Fuente: Ahora el pueblo