El director del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) Cordillera, Néstor Cuellar, mencionó que el uso de eventos genéticamente mejorados en el país generará una dependencia externa de transnacionales, que se dedican a la producción de este tipo de semillas e insumos (transgénicos) para la producción agrícola.
El experto hizo la afirmación al referirse a la propuesta de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) de autorizar el uso semillas transgénicas para incrementar la producción de maíz y atender la demanda del sector pecuario ante un “supuesto” escenario de escasez.
“Como CIPCA, venimos hablando desde varios años sobre la habilitación, importación y validación de eventos genéticos, que no son semillas mejoradas, son semillas genéticamente modificadas por la ciencia. Bolivia se constituye como un centro de conservación de al menos 70 variedades de maíz; si bien no somos el centro de origen, nos caracterizamos por conservar la riqueza de origen del maíz”, dijo Cuellar en contacto con el canal estatal Bolivia Tv.
Dijo que los sectores que buscan “imponer” el uso de transgénicos quieren sobreponerse por encima de otros actores con el argumento de escasez.
“Si creemos que con una semilla genéticamente mejorada vamos a incrementar la productividad, es falso, porque todos los productores y los que vivimos en el campo sabemos que para tener una buena producción necesitamos de cuatro factores fundamentales: lluvias, un suelo adecuado, manejo adecuado del cultivo y la calidad de la semilla (…). Si solo nos enfocamos a este último elemento, obviando a los demás, no vamos a tener éxito”, sostuvo.
Aseveró que lo que buscan los productores de Anapo, al demandar el uso de semillas transgénicas, es favorecer a las grandes empresas transnacionales.
“Los eventos transgénicos están patentados por las transnacionales, porque esas semillas, además requerirán de una cierta cantidad de insumos y pesticidas que no se producen en el país. Eso viene en paquete completo junto con las semillas”, dijo.
Fuente: ABI