Los exportadores de granos y subproductos liquidaron entre enero y abril último US$11.097.874.774, por encima de los US$9.755.409.948 de igual período del año pasado.
En un contexto internacional en donde el precio de las commodities se incrementaron de manera notable y en un escenario local donde, en medio de la volatilidad del dólar, el ingreso de divisas es crucial para la economía del país, en el primer cuatrimestre del año la agroexportación liquidó US$11.097.874.774, un 13,76% más que los primeros cuatro meses del 2021, que fue de US$9.755.409.948.
El dato lo brindaron la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), que destacaron que puntualmente en abril pasado las empresas del sector liquidaron la suma de US$3.171.793.606, lo que significa un 6% por encima del mes anterior del presente año.
En tanto, con respecto al mismo mes del periodo anterior, cuando hubo liquidaciones por US$3.031.403,008, la diferencia fue de 4,63%.
Para Ciara-CEC, si bien hubo precios de productos internacionales, como los aceites, que se mantuvieron en alza, “el impacto del paro de transportistas de granos así como el menor ritmo de ventas para exportación, sumado a una menor cosecha gruesa por la sequía” son factores “que han condicionado el ritmo de embarques y el ingreso de divisas”.
Según recordaron, “el total de las divisas queda en poder del BCRA quienes entregan pesos, a tipo de cambio de oficial, a los exportadores para poder realizar las operaciones de compra y venta de granos en el mercado nacional”.
“La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial. La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas”, explicaron.
“Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas. En este sector, las comparaciones estadísticas entre distintos períodos son generalmente imprecisas o inexactas ya que la liquidación de divisas está fuertemente influida por el ciclo comercial de los granos, que depende de diversos y cambiantes factores exógenos como oscilaciones internacionales de precios, retracción de la oferta, distinto volumen y valor proteico de las cosechas, condiciones climáticas, feriados, medidas de fuerza sindicales, modificaciones regulatorias, barreras arancelarias y para arancelarias del exterior, exigencias fitosanitarias o de calidad de otros países, etcétera”, añadieron.
Otro dato que destacaron las entidades fue que el año pasado, el complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el 48% del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del Indec.
“El principal producto de exportación del país es la harina de soja (14,2% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 50%. El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con el Indec, fue el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9%)”, finalizaron.
En un último informe, Equilibra Centro de Análisis Económico destacó que, pese a la sequía y por los mejores precios internacionales, las exportaciones agroindustriales de la Argentina crecerían en 2022 un 7,5% versus 2021, a US$50.700 millones.
En el documento señaló que, si bien la producción de cereales y oleaginosas caerá 14% en volumen respecto del año anterior (una merma del 17% en el volumen de soja y del 24% en maíz), que tuvo una cosecha de 135,9 millones de toneladas, “la extraordinaria escalada de los precios internacionales de los commodities agrícolas en los últimos dos meses, hace esperar que, en lugar de una caída en las exportaciones agroindustriales argentinas por la sequía, estas alcancen US$50.700 millones, 7,5% por encima de 2021″.
Ante esta situación, el Estado será muy beneficiado: “Las cuentas fiscales del país en términos de derechos de exportación agroindustriales también se verán favorecidas por los altos precios actuales, subiendo 10,3% respecto a 2021″. En números, recaudará por este concepto US$10.391 millones.
En este contexto, en el informe, la consultora remarcó asimismo el encarecimiento de los costos para producir: “Una cuestión importante a tener en cuenta para la campaña agrícola 2022/23 es la del costo y disponibilidad de fertilizantes, fundamentalmente de los nitrogenados y fosforados, que provienen en gran parte de Rusia. Este año serían necesarios casi US$2000 millones adicionales para comprar la misma cantidad de fertilizantes importados que la campaña pasada”.
Fuente: La Nación