En las puertas del Senasag de la ciudad de Santa Cruz se concentraron decenas de comercializadores de pescado exigiendo la libre venta del producto por considerar que la producción de los pescadores bolivianos no cubre ni el 10% de la demanda nacional.
Comercializadores de pescado de diferentes mercados de la ciudad de Santa Cruz tomaron la entrada de la sede del Senasag exigiendo se permita la libre importación de pescado proveniente de Argentina para venderlo en la temporada de la Semana Santa..
En las puertas de la instalación también estuvo un contingente de policías resguardando el lugar, mientras los vendedores mantenían una vigilia desde las 5 am de este lunes esperando que les atiendan la solicitud de libre importación..
Los trabajadores esperaban una respuesta positiva de parte de las autoridades del Senasag que la semana pasada realizaron un operativo para frenar la entrada libre del pescado, en especial la especie de sábalo.
En un informe de prensa divulgado en el portal de la Red Unitel uno de los comercializadores denunció que la molestia es muy grande por cuanto como respuesta lo que han recibido es gas y palos de parte de los agentes del orden público.
«No nos quieren dar respuestas. Ningún funcionario del Senasag dice nada. Ellos establecieron una resolución que coloca barreras al pescado argentino y por ende ellos son los que tienen que suspender esa medida». reclamó.
En ese sentido, se conoció que la resolución exige que los pescados deben pasar diez días hábiles para que el Senasag realice el control fitosanitario del producto que llega del vecino país, pero sostienen que solo faltan pocos días para la Semana Santa y por ende no se podrá vender en esa fecha tan especial.
Son treinta los camiones que llegaron al país repletos de pescado y están listos para la venta, pero al establecer diez días hábiles de control, las ventas no las podrán realizar.
Es esa la razón por la que los vendedores mantienen la protesta a la espera de resultados. Señalan que el pueblo quiere comer pescado en Semana Santa.
Están seguros que no está garantizado el aprovisonamiento de pescado en los mercados, por considerar que la producción de los pescadores bolivianos no cubre ni el 10% de la demanda nacional.
«El sábalo, de toda maneras, entrará de contrabando sin ninguna garantía de calidad ni de condición higiénica», manifestó el vendedor.
Fuente: Unitel
Redacción: Publiagro