FAO: El té puede ayudar a poner fin al hambre y la miseria

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Foto: El País

Qu Dongyu, director general de la FAO, enfatizó durante su intervención en la 24.ª reunión del Grupo intergubernamental sobre el té, la importancia económica del sector que ha crecido en el curso de la pandemia.

“Para poner fin al hambre y la pobreza en el mundo, es fundamental que transformemos nuestros sistemas agroalimentarios, y el té puede ser un factor importante en esta transformación”, dijo Dongyu, director general Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)..

Sus importantes declaraciones las comunicó a los expertos gubernamentales, funcionarios y observadores internacionales que participaron en la  24.ª reunión del Grupo intergubernamental sobre el té realizada la pasada semana en Roma, Italia.

La industria del té puede desempeñar un papel importante en la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales, pero debe superar importantes dificultades, aseguró Dongyu, director general de la 

El té en Bolivia

Como dato referencial se conoce que en Bolivia se utiliza la materia prima de té verde cultivado manualmente en huertas de las asociaciones de pequeños productores campesinos asentados en los valles alto, bajo, Chapare, los Yungas y Alto Beni, propicios para el cultivo por su altura, humedad, pluviosidad y componentes naturales de la tierra. 

“El té puede desempeñar un papel destacado en nuestro camino hacia la construcción de un mundo mejor en el que no se deje a nadie atrás”, dijo el Qu en su discurso de apertura. 

El sector del té requiere mucha mano de obra y proporciona empleo e ingresos a muchas de las comunidades rurales más pobres del mundo, incluidas las mujeres y sus familias, sostiene el ejecutivo de la FAO.

Los pequeños agricultores y los hogares agrícolas producen el 60 % del té de todo el mundo. Esto hace que el té contribuya de forma importante a la consecución de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Exportaciones de té una rica fuente de ingresos

Los ingresos por exportaciones de té representan una importante fuente de ingresos, especialmente para muchos países de ingresos bajos que necesitan divisas para pagar sus facturas de importaciones de alimentos y comprar bienes y servicios de los mercados mundiales.

La bebida que más se consume después del agua

El té es la bebida que más se consume en el mundo después del agua, y representa una importante actividad económica, ya que se estima que el valor de la producción mundial de té asciende a casi 17 000 millones de dólares y su comercio está valorado en unos  US $8.000 millones anuales, según las estadísticas de la FAO. 

Señaló además que el té tiene una importante dimensión social, dado que reúne a las personas para que compartan historias, entablen amistades y superen las diferencias. 

La pandemia hizo aumentar el consumo

Los datos muestran un aumento del consumo de té durante los confinamientos relacionados con la pandemia, cuando la gente pudo reconfortarse con una taza de té caliente en los momentos más difíciles, añadió.

Sin embargo, señaló que el sector enfrenta una serie de dificultades que requieren atención urgente, en particular: los efectos de la crisis climática; la necesidad de mejorar la sostenibilidad de la cadena de suministro de té; bajos niveles de productividad; la presión de los precios y costos a los que hacen frente los actores de la cadena de valor.

Además, la producción de té puede provocar una mayor erosión de los recursos naturales, en particular de los suelos y del agua. 

Los pequeños agricultores necesitan apoyo técnico y financiero para invertir en variedades resistentes a plagas y enfermedades y para lograr un crecimiento sostenible de la productividad. 

Lograr una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todos, sin dejar a nadie atrás, puede apoyar la transformación del sector del té, señaló el ejecutivo de las FAO, añadiendo que este sector puede contribuir a lograr importantes mejoras para la población mundial.

Fuente: FAO

Redacción: Publiagro