El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida) considera que las repercusiones del conflicto bélico se sentirán en todos los continentes, afectando a los más pobres y vulnerables. «Será una catástrofe para el mundo entero, en particular para quienes ya enfrentan dificultades para alimentar a sus familias». aseguran.
El conflicto armado que generó Rusia al invadir a Ucrania y el hambre están íntimamente ligados; cuando uno recrudece, el otro no tarda en aumentar. Así, los más pobres y vulnerables son los más perjudicados, y las repercusiones de este conflicto se sentirán en todos los continentes, resalta un artículo publicado en el portal de Fida en el que advierten que está en riesgo la seguridad alimentaria mundial.
En el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida) presagian que la prolongación del conflicto armado: «Será una catástrofe para el mundo entero, en particular para quienes ya enfrentan dificultades para alimentar a sus familias». aseguran.
«En el Fida, nos preocupa profundamente que un conflicto prolongado en Ucrania límite el abastecimiento mundial de cultivos básicos como el trigo, el maíz y el aceite de girasol, lo que provocaría un drástico aumento del precio de los alimentos y el hambre. Esto podría poner en riesgo la seguridad alimentaria mundial y agravar las tensiones geopolíticas.
El Fida es un organismo especializado de las Naciones Unidas cuyo mandato consiste en ayudar a las mujeres y hombres pobres de las zonas rurales a mejorar su seguridad alimentaria y su nutrición, aumentar sus ingresos y reforzar su resiliencia.
En Bolivia, la estrategia del Fida se centra en apoyar políticas y programas que favorezcan la agricultura familiar y que tengan como objetivo garantizar la seguridad alimentaria nacional y una transformación rural inclusiva y sostenible en un contexto de cambio climático.
Pendientes del conflicto en Ucrania
En este momento el Fida está siguiendo la situación en Ucrania con mucha tristeza.


«Deploramos la pérdida de vidas y el desplazamiento de poblaciones, y nos sumamos al llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas a poner fin a las operaciones militares, restaurar la paz y proteger los derechos humanos», resaltan.
La zona del Mar Negro, de la cual proviene al menos el 12 % de las calorías alimentarias que se negocian en el mundo, reviste una importancia vital para el sistema alimentario mundial.
Un 40 % de las exportaciones de trigo y maíz procedentes de Ucrania van a Oriente Medio y África, que ya enfrentan problemas debido al hambre y donde nuevas escaseces de alimento o aumentos de los precios podrían agudizar los disturbios sociales.
Una de cada 10 personas en crisis
Actualmente, una de cada diez personas en el mundo no tiene suficiente alimento, y millones han caído en la pobreza y el hambre debido a las repercusiones de los fenómenos meteorológicos extremos y los efectos de la pandemia de la Covid-19.
El Fida está comprometido a proseguir con su labor encaminada a aumentar la autosuficiencia alimentaria y la resiliencia de los países más pobres del mundo, pero en el corto plazo será difícil suavizar los efectos mundiales de esta crisis. Poner fin al conflicto ahora es la única solución.
El Fondo invierte en la población rural y, al empoderar a estas personas, las ayuda a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia.
Desde 1978, según lo aseguran han destinado US $23 200 millones en donaciones y préstamos a bajo interés a proyectos que han permitido llegar a alrededor de 518 millones de personas.
Fuente: Fida
Redacción: Publiagro