Avicultores y lecheros plantean importación de grano amarillo para aminorar costos, sacar de la ‘cancha’ a los especuladores y garantizar la seguridad alimentaria. Gobierno garantiza abastecimiento. Agro percibe incertidumbre y pide biotecnología.
La sequía y sol sofocante castigaron la producción de maíz y para completar el Gobierno dispuso, por decreto, regular la exportación de maíz, sorgo y azúcar con lo que ‘mata’ al productor. Así, Ubaldina Valverde, presidenta de la Asociación Integral de Pequeños Productores Agropecuarios de Gutiérrez (Aippag), rechazó la medida estatal que, en su criterio, atenta contra la economía productiva y pone en riesgo la seguridad alimentaria porque desalienta la siembra del grano duro amarrillo, que es esencial en la alimentación avícola, porcina y del ganado bovino lechero y de engorde (carne).
La semana pasada el Gobierno aprobó el Decreto Supremo (DS) 4680, que dispone la emisión de certificados de abastecimiento para regular la exportación de maíz, sorgo y azúcar, y así garantizar la producción y el abastecimiento a precio justo en el mercado interno.
Al respecto, ella cree que los impulsores de la normativa dirigida al agro desconocen las circunstancias que afrontan los productores para garantizar la seguridad alimentaria. En su caso, refirió que sembró y resembró, vale decir en dos ocasiones, 120 hectáreas de maíz y perdió más del 70% del área cultivada debido a la sequía.
“Hace más de 50 días que no llueve en Tatarenda Viejo (Gutiérrez), lo que dejó un efecto irrecuperable en las parcelas”, relató Valverde, al acotar que invirtió de Bs 2.200 a 2.500 por hectárea. El monto incluye semillas, agroquímicos (herbicidas, insecticidas y abono foliar) y trabajo mecanizado.
En sintonía con su par de la Aippag, el presidente Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), Mario Moreno, afirmó que el balance de desempeño productivo del sector en el sur del departamento de Santa Cruz es preocupante, debido a que el déficit hídrico pasó factura a los sembradíos. Estima que de las 120.000 hectáreas que se cultivan en el Chaco cruceño un 70% está afectada y que, con suerte, los agricultores recogerán un 30% de sus cultivos.
Esta región, según Moreno, aporta en verano unas 650.000 toneladas de grano, de las 1.340.000 toneladas que anualmente demanda el mercado interno. Dado el efecto adverso por sequía, calcula un déficit de 400.00 toneladas del grano duro amarillo este año.
De acuerdo con el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, el DS 4680 garantiza el abastecimiento de maíz, sorgo y azúcar en el mercado interno y la alimentación de la población boliviana, en el marco de la política de seguridad alimentaria.
La autoridad afirmó que en verano se prevé acopiar cerca de 80.000 toneladas de maíz para abastecer al sector avícola, porcinocultor y ganadero para garantizar la producción de huevo y de carne de pollo, res y cerdo a precio justo.
En el caso del maíz, Huanca indicó que en 2021 la producción alcanzó a 1,1 millones de toneladas, de cuyo total un 86% corresponde al maíz amarillo duro. Añadió que en ese periodo se exportaron 56.000 toneladas, “un volumen que representa un incremento sustancial, tomando en cuenta que en años anteriores, solo se exportaban entre 2.000 a 3.000 toneladas”.
Hizo notar que para este año se prevé una producción de 1,07 millones de toneladas de maíz. De este volumen, estima producción de 940.000 toneladas de maíz amarillo duro, insumo requerido por el sector productor pecuario.
Con respecto al decreto, otras fuentes consultadas del sector maicero, creen que es figurativo y que tendrá un efecto adverso porque al cortarse las exportaciones, que son una especie de válvula de escape para obtener mejores precios, se crea incertidumbre y desincentivo en los productores que migran a otros cultivos que no están vetados y puedan desarrollar su actividad libremente.
Consideran que si no fuera el contrabando de maíz de Argentina no hubiera seguridad alimentaria y estiman que por año ingresan de 300.000 a 400.000 toneladas de grano. “Unos 30 camiones con maíz de contrabando ingresan por día”, dedujeron, al calcular que este negocio ilícito genera anualmente unos $us 10 millones.
Importación, la solución
Respecto el anuncio del ministro Huanca de acopio de 80.000 toneladas de maíz para abastecer al sector pecuario y así garantizar la estabilidad de precios de las carnes de pollo, res, cerdo y huevo, el presidente de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz (ADA), Omar Castro, anotó que la cantidad de granos proyectada da un promedio de 13.300 toneladas/mes y el requerimiento del sector es de 54.000 toneladas/mes. “Habrá un déficit por cubrir de unas 40.000 toneladas/mes”, puntualizó.
Para paliar el déficit, Castro afirmó que el sector avícola propone dos soluciones, importación de maíz de manera inmediata porque las aves ya están en las granjas y dar luz verde al uso de biotecnología para garantizar rendimiento y rentabilidad al agricultor y así asegurar la cantidad suficiente de grano, a buen precio, para el avicultor.
Mauricio Serrate, presidente de la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple), calificó de irrisoria la previsión de acopio de maíz por parte del Gobierno. “Esas 80.000 toneladas anunciadas alcanzará para cubrir la demanda de su sector”, anotó.
Expuso que la demanda de granos del sector pecuario departamental bordea las 350.000 toneladas al año, de las cuales de 50.000 a 80.000 corresponden al sector lechero. “El déficit de maíz no es que esté por venir en los próximos meses, la falta de maíz está presente en el mercado. Se debe importar maíz de países vecinos para aminorar costos, sacar de la ‘cancha’ a los especuladores y tener inmediata disponibilidad de grano”, exclamó Serrate.
Producción, estancada
En zonas productivas del norte y este de Santa Cruz, a decir del gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Jaime Hernández, la cosecha de maíz registra un avance del 10%, de las 95.000 hectáreas sembradas en la campaña de verano. “La superficie es similar a la del anterior ciclo de verano, lo que demuestra el estancamiento productivo del sector maicero”, apuntó, al detallar que del área sembrada 21.000 están afectadas y 3.500 se perdieron por sequía, principalmente en la zona este.
Acerca del DS 4680, Hernández considera que es una medida innecesaria porque en la actualidad existe un déficit debido a que se tiene una menor producción por la falta de acceso a la biotecnología y no porque se estén exportando a otros países. “Está medida más bien es un desincentivo justo cuando está por iniciar la siembra de invierno donde se tenía previsto cultivar 100.000 hectáreas de maíz. La restricción a la exportación genera incertidumbre de mercado a los productores”, mencionó.
En las condiciones actuales, a juzgar por Hernández, no es rentable la producción de maíz debido al contrabando que ingresa con grano transgénico generando una competencia desleal al productor. Insinuó que muchos agricultores lo hacen por rotación de cultivos sacrificando su rentabilidad.
“El Gobierno debe facilitar el acceso a la biotecnología en maíz porque eso permitirá aumentar la productividad en un 80% y con eso podremos producir 600.000 toneladas adicionales, garantizando el abastecimiento para el sector pecuario e incluso generar excedentes para las exportaciones”, puntualizó Hernández.
Acceso a la tecnología
Desde la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), el presidente Oscar Mario Justiniano, expresó que llama la atención que se coloquen restricciones al maíz y al sorgo cuando no se exportan de forma permanente, y, además, en el caso del maíz, dijo que hace varios años que la producción nacional no cubre la demanda interna.
Las medidas requeridas y exigidas por todos los sectores productivos, a decir Justiniano, es la implementación de eventos genéticamente modificados y mayor acceso a tecnología de última generación. “Métodos mundialmente comprobados para incrementar la productividad por hectárea sembrada, cuidando el medioambiente, garantizando así la seguridad alimentaria del país”, apuntó el titular de la CAO.
Fuente: El Deber