Los bosques del Amazonas van desapareciendo por el agronegocio, incendios y actividades extractivas

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Foto: RRSS

“Es muy preocupante y Bolivia continúa en el top 5 de los países que más deforestan y destruyen los bosques. Esto no cambia y empeora porque los planes estatales son de seguir aumentando esta destrucción con el incremento de la frontera agrícola y producción vinculada al agronegocio”, manifiesta a ANF, el investigador y biólogo Vincent Vos.

La cuenca del Amazonas registra una permanente vulnerabilidad e impactos a causa de la tala indiscriminada, incendios forestales y actividades extractivas ilegales como la minería, esto hace que esta región vaya perdiendo su capacidad de resiliencia.

En el Día Internacional de los Bosques, estudios y expertos alertan sobre este riesgo de la Amazonía frente al incremento de actividades con índices de deforestación nunca antes vistos y con daños de manera directa sobre pueblos indígenas que habitan esta región.

“Los bosques cubren el 31% de la superficie terrestre del planeta, lo que equivale a poco más de 4.000 millones de hectáreas, pero a nivel mundial continúan reduciéndose esos recursos forestales”, dijo hoy en un comunicado público, Ewald Rametsteiner, subdirector del Departamento Forestal de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Países como Bolivia, Perú, Colombia y Brasil, han registrado en estos últimos años desastres naturales de magnitud que llevaron a la pérdida de millones de hectáreas de bosques.

En el caso de Bolivia, el 2019 quedaron desbastadas más de 6 millones de hectáreas a causa de incendios en los bosques chiquitanos y amazónicos. El 2020 el panorama fue similar.

“Es muy preocupante y Bolivia continúa en el top 5 de los países que más deforestan y destruyen los bosques. Esto no cambia y empeora porque los planes estatales son de seguir aumentando esta destrucción con el incremento de la frontera agrícola y producción vinculada al agronegocio”, manifiesta a ANF, el investigador y biólogo Vincent Vos.

El experto alerta que el escenario se torna alarmante en la región amazónica, ya que se observa una pérdida de bosques y producción de alimentos de los cuales se alimentan lis pueblos indígenas y generan sus ingresos económicos, como la castaña, el cacao y decenas de frutas silvestres.

Brasil, por ser el país con mayor extensión de selva, registra las mayores pérdidas. Solo en el mes de enero de 2022, aproximadamente 430 kilómetros cuadrados de la selva amazónica fueron talados, un 418% más que en enero de 2021, según el sistema de monitoreo de deforestación DETER-B de la Agencia Espacial Brasileña INPE.

Otra investigación del Impacto Climático de la Universidad Técnica de Múnich, da cuanta que la tala y quema extensivas en los bosques amazónicos están llevando hacia un punto de inflexión más allá del cual serán mucho menos resistentes a las tensiones ambientales como el cambio climático. Se avizora que el Amazonas se convierta en una sabana, dado que  alrededor de las tres cuartas partes de sus bosques han perdido su capacidad de resiliencia.

“La selva amazónica es el hogar de una gran cantidad de biodiversidad, influye fuertemente en las lluvias en toda América del Sur a través de su enorme evapotranspiración y almacena enormes cantidades de carbono que podrían liberarse como gases de efecto invernadero en el caso de una muerte regresiva incluso parcial, en a su vez contribuyendo a un mayor calentamiento global”, explica el científico Niklas Boers que fue parte de dicha investigación.

Fuente: ANF