Se adquirieron 1.500 plantines de olivo de un vivero en la comunidad de Impora (Chuquisaca) para cumplir con esta meta
En el municipio de Tarija se apuesta a la producción de aceitunas y su posterior transformación en aceite vegetal de oliva como parte del programa de reconversión productiva.
Se adquirieron 1.500 plantines de olivo de un vivero en la comunidad de Impora (Chuquisaca) para cumplir con esta meta.
«Con estos plantines vamos a promover el cultivo de olivos para la elaboración de aceite vegetal. Sin duda, esto va generar empleo y movimiento económico», dijo el alcalde Johnny Torres a su retorno a la capital tarijeña.
La producción de este cultivo será impulsada por la Secretaría de Desarrollo Productivo que apunta al fortalecimiento del sector productivo en el municipio de la capital tarijeña.
Dinelsa Aracena, copropietaria del vivero de Impora, afirmó que las plantas de olivo comienzan a producir aceitunas a partir del segundo año desde su plantación y después el proceso para la obtención del aceite vegetal no es complicado.
«Se cosecha la aceituna y posteriormente es sumergida en agua, donde se quitan todos los residuos, como las hojas o ramas. Luego se procede a moler las aceitunas y con la ayuda de una prensa manual se comprime la pasta para que salga el líquido que contiene el aceite de oliva que es colado y está listo para su venta al consumidor», explicó Aracena en contacto desde esa comunidad.
Técnicos de la Secretaría de Desarrollo Productivo coincidieron que el clima del Valle Central de Tarija es propicio para la plantación de olivo y a futuro podría convertirse en un potencial productor del aceite vegetal con una gran demanda en el mercado nacional.
Aracena reafirmó que se dedica hace cuatro años a la comercialización del aceite de oliva en mercados de La Paz, Sucre y Cochabamba debido a su rentabilidad económica.
Fuente: El Deber