El gerente de Anapo, Jaime Hernández, sostiene que es necesario aumentar la producción de granos de soya para aprovechar la subida de precios en el mercado internacional, pero eso se logra con biotecnología. Hasta el momento no han recibido respuestas de las autoridades referidas al uso biotecnológico.
Los representantes del sector soyero nacional vuelven a clamar a las autoridades del Gobierno para que les autoricen la utilización de la biotecnología con el objetivo de aumentar la producción del grano, sobre todo ahora que los precios han aumentado en el mercado internacional, sin embargo, hasta ahora no han recibido respuestas para su uso por parte de las autoridades.
Alrededor del 80% de la soya que se produce en Bolivia es vendida en los mercados internacionales donde la pagan en dólares. Por esa causa los soyeros señalan que esas divisas que le cancelan al productor, también son un aporte importante para el Estado boliviano.
Jaime Hernández, gerente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), desde los estudios del canal Unitel, fue claro en afirmar que ciertamente se ha observado una subida sustancial en el precio de la soya en los mercados internacionales, pero pudiera ser mucho mayor si se aplica la biotecnología en la producción..
El ejecutivo sacó cuentas para explicar que si se toma como referencia una cotización de 550 dólares la tonelada y se compara con un precio de oportunidad de exportación del grano que se pueda dar en época de cosecha, como ahora, la expectativa al productor boliviano estaría en US $470 la tonelada «en función a una eficiencia en la logística de exportación».
«Eso será beneficioso porque servirá como una recuperación financiera al productor soyero que en los últimos años ha tenido pérdidas económicas muy grandes debido a condiciones climáticas adversas», subraya el entrevistado.
Según datos estadísticos del año pasado la producción de soya en Bolivia logró una cosecha estimada en 2.5 millones de toneladas, la mayoría de ellas cultivadas en Santa Cruz.
Al respecto, el directivo señala que este año debido a los problemas atmosféricos como lluvias, inundaciones, sequías y heladas, no se podrá tener esa misma producción.
Por ello estima que para este verano llegarán a producir dos millones de toneladas.
Un llamado al Gobierno
«Para combatir de alguna forma los efectos climáticos pedimos al Gobierno nacional que nos de acceso a la utilización de la biotecnología», recalca como un clamor.
Estima que si tuviesen ese acceso a lo que llamó evento de soya tolerante o de sequía, no tendrían pérdidas por sequía, ya que son cerca de 50 mil Tn que se pierden en verano por ese problema climático.
Tener mayor producción significa que los productores tendrán a su juicio, mayores excedentes que son destinados a las exportaciones. También le significan al país la entrada de una mayor cantidad de divisas que ayudan a la reactivación económica.
No han recibido respuestas del Gobierno
En cuanto a la relación con el Gobierno relacionada al tema de la biotecnología confesó que hasta el momento no han tenido una respuesta favorable.
Por ello considera que se está perdiendo una oportunidad interesante para poder aprovechar los precios altos que tiene el rubro en el mercado internacional.
Tener una mayor producción gracias a la biotecnología, señala el dirigente, significa generar mayores fuentes de empleos, mayor cantidad de excedentes y mayor entrada de divisas para el país.
El pasado año por concepto de exportación de soya, el país recibió 1.200 millones de dólares, sin embargo, puntualizó que si hubiesen tenido la biotecnología la producción hubiese aumentado unas 500 mil toneladas de granos las cuales transformadas en harinas o aceites, hubiese sido un ingreso importante de divisas al país.
El sistema de riego es un gasto innecesario
Le aclaró al ministro de Economía que el sistema de riego que él promueve como solución para aumentar las cosechas sin utilizar biotecnología, más que todo sirve para cultivos intensivos como las frutas y hortalizas. pero en el caso de cultivos extensivos como es el caso de la soya, no tendrá un impacto importante.
En cuanto a la inversión que se necesita para aplicar los sistemas de riego, señala que se requieren de entre 2.000 a 3.000 dólares por hectárea. Y se preguntó: ¿si se aplica en un millón de hectáreas, a cuánto ascendería? para responder: «Serían muchos millones de dólares los que se estarían perdiendo».
Al referirse a la biotecnología asegura que el Estado no tendría que hacer ninguna inversión.
«Es una herramienta tecnológica que está disponible y que de aprobarse se tendrá que realizar una inversión pequeña aunque significativa que traerá beneficios al país», aclaró para finalizar.
Fuente: Unitel
Redacción: Publiagro
