QU Dongyu, director general de la FAO, sostiene que la producción mundial anual de productos químicos industriales ya llegó a 2 300 millones de toneladas aproximadamente, y se espera que aumente un 85 % más antes de que finalice la década.
La contaminación del suelo plantea dificultades. No conoce fronteras y pone en peligro los alimentos que comemos, el agua que bebemos y el aire que respiramos, así lo sostiene QU Dongyu, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),
Al respecto el funcionario sostiene que el uso excesivo o inapropiado de productos agroquímicos es una de las causas del problema de la degradación de los suelos.
La producción mundial anual de productos químicos industriales se ha duplicado desde principios del siglo XXI, hasta 2 300 millones de toneladas aproximadamente, y se espera que aumente un 85 % antes de que finalice la década.
«Si queremos alimentar a una población mundial cada vez más numerosa, proteger la biodiversidad y ayudar a gestionar la crisis climática del planeta, es esencial revertir la degradación de los suelos.», afirmó el funcionario en una reunión de ministros de agricultura celebrada en Berlín.
Hasta el 95 % de la producción mundial de alimentos depende del suelo. Sin embargo, las prácticas agrícolas no sostenibles, la sobreexplotación de los recursos naturales y el crecimiento demográfico están provocando un aumento de la presión sobre los suelos.
Una tercera parte de la tierra ya está degradada, y los expertos calculan que la erosión del suelo podría conllevar una reducción del 10 % en la producción de cultivos de aquí a 2050, sostienen los técnicos de la FAO.
Los suelos es una reserva de carbono
El suelo es la principal reserva de carbono después de los oceános y contribuye de forma decisiva a la adaptación a la crisis climática y la mitigación de sus efectos.
En todo el mundo, su degradación ya ha liberado hasta 78 gigatoneladas de carbono a la atmósfera (1 gigatonelada equivale a la masa de 10 000 portaaviones estadounidenses completamente cargados).
Según el mapa sobre el secuestro a escala mundial del carbono, los suelos podrían absorber hasta 2,05 petagramos de CO2 equivalente al año, de manera que compensarán hasta el 34 % de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las tierras agrícolas.
“El crecimiento demográfico mundial exige producir más alimentos nutritivos e inocuos, libres de contaminantes y de patógenos”, señaló el director de la FAO a los asistentes. “Los países deben asumir compromisos más firmes con miras a la gestión sostenible de los suelos”.
El estado de los recursos de tierras y aguas del mundo para la alimentación y la agricultura ya avisó de la situación “límite” que atraviesan los sistemas agrícolas, que constituyen una compleja red de relaciones entre la tierra, los suelos y el agua.
La erosión del suelo es la principal amenaza. Se calcula que, de aquí a 2050, podría provocar una caída del 10 % en la producción de cultivos y la pérdida de 75 000 millones de toneladas de suelo.
Fuente: FAO
Redacción: Publiagro