El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, acepta que esos profesionales foráneos deben ganar sueldos elevados, pero no está de acuerdo con el presidente de YPFB de pagarles tan altas cantidades de divisas.
Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos, fue claro en afirmar que ciertamente el personal extranjero que está contratado en la planta de úrea y amoníaco si debe ganar altas cantidades de dinero, pero no está de acuerdo en cancelar los montos exagerados que, a su juicio, es lo que en la actualidad devengan esos profesionales.
Explicó que por estar la planta en un sitio que no es el adecuado o ideal y además por ser una instalación bastante compleja se deben cancelar montos elevados a los profesionales extranjeros que la dirigen.
Entrevistado en el programa La Revista de Unitel, el experto reiteró que Bulo Bulo no es la ubicación idónea para una planta de ese tipo y eso hace que los pagos deban ser más elevados, pero no exagerados.
Salarios desproporcionados
«Son salarios desproporcionados para la industria a nivel internacional». recalca. «He hecho consultas con plantas de úrea que están en Brasil y en Estados Unidos y allí los salarios para ese personal oscila entre 12 hasta 15 mil dólares».
En Bolivia, por ejemplo, el jefe de planta, devenga un salario mensual superior a los 35 mil dólares, por lo que considera que es exagerado ese salario.
Hizo una interrogante centrada en conocer ¿por qué no se someten a licitación internacional esos cargos? ¿Por qué se eligen a dedo a las personas que van a ocupar esos puestos?
«Ya han pasado cuatro años desde que la planta fue puesta en marcha y en ese lapso se ha enviado personal a Corea del Sur a capacitarse, pero hasta ahora no se ha podido capacitar a ese personal boliviano», sostiene a modo de interrogante.
¿Tiene Bolivia actualmente personal nativo calificado para dirigir la planta de Bulo Bulo?
«Al parecer no lo tiene porque si la cúpula que trabaja en la planta de úrea son de hindúes y venezolanos, pues aparentemente no hemos capacitado en estos cuatro a cinco años a los bolivianos para que tomen las riendas de esta planta» , subraya.
Sin embargo, no se explica qué ha pasado con esta capacitación pues entiende que con 4 a 5 años de orientaciones es un lapso de tiempo más que suficiente para estar plenamente capacitado.
Por esa razón señala que debe tomar la palabra del presidente de YPFB para que en un año más se tengan los profesionales bolivianos al frente de la planta. Así los recursos se quedarán dentro del país y en cuanto a los cargos ejecutivos se debe cancelar salarios acordes a los estándares internacionales.
Se mostró de acuerdo con la afirmación que dio el presidente Arce Catacora al señalar que la planta de úrea produjo ingresos al país por 50 millones de dólares.
«Si, estoy de acuerdo con esa declaración, ya que hasta los últimos datos, antes de la paralización el 28 de diciembre de 2021, la planta había producido entre el 67 al 70% de su capacidad, es decir 2.100 toneladas por día».
En ese sentido, sostiene que lo que favorecen las exportaciones es que los precios de la úrea, de los minerales y del petróleo se encuentran de nuevo muy elevados.
«Precios históricos que teníamos hace varios años por la úrea de alrededor de 300 dólares la tonelada, ahora la están pagando en US $850 por Tn en la frontera de Brasil. Esto hace que las exportaciones aumenten en forma notable», puntualizó.
Tras mostrarse optimista por esa información de los elevados precios de venta, señala que su estado de ánimo bajó al enterarse de la paralización de actividades en Bulo Bulo a partir del 28 de diciembre, aunque ya recuperó el optimismo, toda vez que la instalación está de nuevo operativa y se pueden aprovechar los precios elevados en el mercado internacional.
Nuevamente, reiteró que por la ubicación de la planta los operarios internacionales cobran elevados salarios por trabajar allí e igualmente llevar insumos a esa zona es muy complejo y caro, al igual que los costos se elevan por sacar la úrea de ese sitio,
Considera que los precios actuales ayudarán a recuperar los 1.100 millones que se han invertido en la planta y por ello espera que la instalación vuelva a estar activa continuamente y con una capacidad que supere el 90% y si es posible el 100% que es lo lógico porque para ello se construyó.
Explicó que, no obstante, si la planta de úrea no tuviese el aporte del gas natural que le concede el Estado boliviano, tendría pérdidas, pero subraya que a estas alturas se le debe seguir dotando del gas natural, porque caso contrario lo que se obtendría eran pérdidas.
Fuente: Unitel (2:17.00)
Redacción: Publiagro