La ingeniera Esther Tinco Mamani, docente de la Facultad de Agronomía de la Umsa, presentó diferentes alternativas para los cultivos en huertos, resaltando todas sus variables.
La importancia de los cultivos asociados en huertas familiares o urbanas es un tema de fundamental importancia para los docentes y alumnos de la Facultad de Agronomía de la Universidad Mayor de San Andrés (Umsa).
La ingeniera Esther Tinco Mamani, docente e investigador, responsable del área de horticultura en la Estación Experimental de Cota Cota compartió la materia cultivos asociados en la producción orgánica de hortalizas.
Expresa que aunque es un pilar fundamental la producción orgánica de las hortalizas han apreciado que en los últimos años los productores han apelado al uso de los plaguicidas.
«Queremos mostrarles una alternativa, aunque no es recomendada a espacios grandes, pero si en huertos urbanos y espacios de producción destinados al consumo local diario», recalca la docente.
Asegura que frente a la pandemia han visto conveniente que cada persona debe trabajar en un espacio de producción dentro de casa con la finalidad de generar sus propios alimentos.
Consideró importante tener siempre una maceta aromática en la cocina, aunque si no es así y se cuenta cion el espacio suficiente se pueden generar hortalizas.
«El cultivo asociado se basa en el apoyo de plantas repelentes aromáticas que se convertirán en escudos protectores frente a la plaga y enfermedades que pueden atacar a nuestro cultivo», señaló.
Mostró algunos ejemplos de cultivos asociados que pueden llevar a tener un efecto positivo frente a las plagas y enfermedades, En una pequeña huerta se puede apreciar un grupo de botellas que son la base del borde de la huerta.
Las botellas son enterradas con el pico hacia abajo y repletas de agua para que lleve el líquido a las raíces de las plantas que se encuentran sembradas.
Se siembran especies aromáticas como el romero que es un cultivo repelente. Así las diferentes plantas empiezan a producir sus frutos.
En su explicación resaltó que recomienda asociar la lavanda, romero, paprika y la vainita. En otra se recomienda la asociación de lavanda, romero y espinaca de la especie Nueva Zelanda, planta que se puede cosechar cada quince días.
Esos cultivos pueden asociarse o unirse para tenerlos en la huerta aun cuando la superficie que se disponga de la misma sea muy pequeña.Sostiene que después del primer año las plantas de la lavanda se irán cosechando las flores y las hojas para las infusiones.
El romero, al igual que la lavanda, requiere que crezca por espacio de un año con la finalidad de que se pueda formar para que luego se pueda cosechar esta especie.
Estas fueron las recomendaciones básicas para una huerta familiar las que la expositora considera se pueden alcanzar sin muchos inconvenientes.
Fuente: Prisma Agropecuario
Redacción: Publiagro