En consideración del veterinario Carlos Palma Dávila, el manejo de los animales de corral se debe realizar en forma estricta, aplicando los medicamentos y estrategias adecuadas con la finalidad de contener cualquier tipo de enfermedad, tanto parasitaria como bacteriana.
El médico Carlos Palma Dávila, docente de medicina veterinaria y zootecnista de la facultad de agronomía de la Universidad Mayor de San Andrés, afirma que el cuidado de las aves en el corral se debe realizar en forma muy rigurosa con la finalidad de detener el avance de cualquier tipo de enfermedad.
Desde el módulo experimental de las granjas en la estación de Cota Cota el galeno brindó sus orientaciones sobre cómo se debe realizar un buen manejo de las aves de corral.
Etapas de crecimiento
En el módulo de las aves posturas, el veterinario indicó que existen tres fases distintas de crianza siendo la primera, la etapa de cría que va desde el nacimiento hasta los dos meses.
«Esta fase tiene una característica específica y es que las aves todavía no han llegado a emplumar, por lo que es recomendable que se les brinde una temperatura de aproximadamente unos 32° centígrados en el corral», según lo revela al canal online de Prisma Agropecuario.
Enfatiza que en esta fase las aves deben consumir hasta dos kilos de alimento balanceado en toda ese período.
La segunda etapa se le llama de recría y va desde los dos a los cinco meses de vida, ya en ese tiempo han generado algo de plumaje, por lo que recomienda bajar la temperatura del galpón a unos 29° y se les debe dar alimento de unos siete kilos.
La fase final es llamada de postura y está contemplada a partir de los cinco meses. Es el período en el cual las gallinas empezarán a producir los huevos. Enfatiza que las aves tienen una vida útil de 40 a 50 semanas de postura
Las enfermedades infecciosas
Al referirse a este punto el especialista precisó que son enfermedades parasitarias que aquejan totalmente a las aves. Las principales son las conocidas como newcastle y el mare, mientras que entre las bacterianas están la peste aviar, la salmonelosis, entre otras, sin dejar de lado las parasitarias que son causadas por protozoos, o por parásitos externos o internos.
«Es importante saber que cada una de las producciones en las distintas zonas que se tengan tendrá una característica específica. Existen algunas enfermedades que son endémicas y se producen más en una zona que en otras». recalca el galeno.
Por esta razón, considera que las personas que se dedican a producir aves, ya sean parrilleras o ponedoras, siempre deben tener el asesoramiento de un veterinario para que puedan ayudarlos en el tema del manejo de las aves, al igual que de la sanidad de las mismas.
Resalta que eso les podrá ayudar a determinar cuál es la mejor vacuna para aplicarla de acuerdo a la zona, evitando así que las aves se enfermen.
Existen, según lo señala, unos tratamientos más específicos para combatir enfermedades bacterianas para lo cual se recomienda el uso de antiparasitarios internos o externos en relación al mal que aqueja a la producción.
«El uso adecuado de las vacunas generará que las aves crezcan y tengan toda la productividad requerida, sin la probabilidad que aparezca un brote de alguna enfermedad que pueda traer la muerte de casi total de las aves que se encuentren en la granja», alertó.
Fue enfático en señalar que la evaluación y auscultación de las aves se debe realizar en forma permanente por distintos factores entre ellos el revisar por el cuerpo de las mismas, abriéndose las alas y levantando un poco las plumas con la finalidad de establecer si no tienen parásitos externos bien comunes, por ejemplo, el piojo que es muy grande y común en las mismas.
Recomendó revisar los fluidos, así como la cara de las aves y determinar que los ojos no presenten conjuntivitis, ni secreciones oculares o nasales.
Asimismo, se debe escuchar cómo es la respiración de las aves toda vez que hay enfermedades respiratorias y eso se determina al escuchar un murmullo que es característico de esas enfermedades.
Se deben tomar en cuenta otras variantes
Otros aspectos que deben ser tomados en cuenta, de acuerdo a la orientación del experto, es cuando se aprecian las plumas muy erizadas o que haya caída de las mismas o que presenten debilidad o agotamiento o que estén echadas en posición anormal.
«Estas son las principales características que nos dan a entender que algo pasa con las aves. Cuando ellas se alejan del grupo y dejan de comer y beber, además muestran síntomas de apatía o decaimiento es porque están enfermas y es importante que las alejemos del resto para evitar el contagio entre unas y otras», culminó el expositor.
Fuente: Prisma Agropecuario
Redacción: Publiagro