Colombia no escapa de la crisis de la soya por efectos del clima

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Foto: larepublica.co

Colombia no es un país que se caracterice por tener grandes extensiones de cultivos de soya pero la que está cultivada no es ajena a los problemas del clima que afecta también a otros países.

Según Fenalce el área sembrada con soya en Colombia en 2021 ascendió a 46.059 hectáreas y una producción de 128.212 toneladas y un rendimiento de 2,61 toneladas por hectárea.

La región donde más se siembra y produce es en la altillanura del Meta con 40.149 hectáreas y 112.417 toneladas. Las otras zonas de producción son el Valle del Cauca y el piedemonte del Meta.

En 2021 las importaciones de soya ascendieron a 359.413 toneladas provenientes casi en su totalidad de Estados Unidos.

Cabe recordar que uno de los usos de la soya es como materia prima para la elaboración de alimento concentrado para el ganado y debido a sus altos precios, los costos de producción también han venido en aumento.

Según Miguel Rojas, de la Asociación Nacional de Productores de Soya (Prosoya), la soya es el cultivo de rotación del arroz por excelencia en Colombia aunque en el caso de la altillanura se le da el mismo tratamiento que a cualquier otro cultivo con el adecuado manejo fitosanitario que no se presenta en otras regiones de los Llanos.

Señaló que desde 2020 la soya ha venido teniendo un alza pronunciada del precio y eso ha motivado a que se aumenten las siembras en Colombia, especialmente en zonas como el piedemonte.

Hace dos años se pagaba a $1,2 millones la tonelada y así se había mantenido por mucho tiempo, sin embargo al final del 2020 estaba en $1,8 millones y el año pasado estuvo en $2.250.000 con tendencia a seguir subiendo.

Este fenómeno no es exclusivo de Colombia ya que a nivel internacional también se observa un aumento en los precios, entre otras razones por la sequía que azota a Brasil el principal productor a nivel mundial, pero también por los problemas de logística que no terminan de solucionarse. 

De acuerdo con lo expuesto por Rojas, aunque el precio a nivel interno mejoró, las condiciones ambientales no han sido muy favorables para el cultivo en el segundo semestre del 2021 y en estos momentos el panorama es bastante difícil.

Desde octubre dejó de llover en algunas zonas y aunque después se presentaron algunas lluvias, hacia mediados de diciembre, fueron por pocos días y muy poca agua presentándose un problema de reabsorción de los granos que al final resulta en granos de mala calidad y a medio llenar y en algunos sitios ni siquiera se llenaron.

Los rendimientos también cayeron de manera importante ubicándose en promedio en 1,5 toneladas por hectárea

Los costos de producción aunque han subido no ha sido tanto como en otros cultivos porque la soya requiere menos fertilizantes y se puede llegar incluso a remplazar en su totalidad el nitrógeno utilizando la inoculación. La soya requiere entre 350 y 500 kilos por hectárea pero tiene un aliado biológico que es una bacteria asociada a la raíz y que cuando está presente oportunamente le va a permitir al cultivo tener los requerimientos de nitrógeno que demanda.

Fuente: Contexto Ganadero