Miguel Ángel Rojas comenzó de la nada tras graduarse de ingeniero agrónomo y hoy gracias a su empeño y visión comercial cuenta con una pequeña industria que se proyecta con marcado éxito en el gusto de los consumidores.
La crisis económica generada por la pandemia frenó a miles de emprendedores comerciales en muchos países por el temor a ser contagiados del Covid-19, sin embargo, el agrónomo Miguel Ángel Rojas Muñoz tomó las cosas y salió adelante con un negocio productivo en el ramo de la comercialización de frutas, llamado «Agromiskibol», toda una sensación en el gusto de muchos paceños.
A través del programa Prisma Agropecuario TVU, el joven ingeniero, propietario de la firma, relata parte de su esfuerzo para lograr lo que hasta ahora ha resultado un buen éxito, pues se trata de venta de frutas deshidratadas.
Su emprendimiento se centra en la venta de frutas frescas deshidratadas, muy bien procesadas con todas las normas de salubridad, las cuales son finamente envasadas en plásticos, así como en botellas de vidrio que cautivan al consumidor de inmediato por su frescura.
«En un principio decidí realizar ventas casa por casa y en ese trayecto pude darme cuenta que las personas necesitaban diferentes tipos de alimentos que se puedan conservar y con una alta durabilidad, además de que sean naturales», recalca.
Allí prendió la chispa de su intelecto para sacar adelante su proyecto, el cual es un modelo que ya se encuentra en el mercado, no obstante, mediante sus estudios en la facultad de agronomía en tecnología de alimentos apareció la idea de crear su propia empresa.
«Esa tecnología de alimentos abarca muchas cosas, pero en lo particular dediqué mi esfuerzo a la tecnología de productos agropecuarios. Así la siguiente idea fue crear un logotipo que no fuese una copia y creamos Agromisikibol destinado a un producto que es reconocido por todos como lo son las frutas paceñas», afirma con marcado entusiasmo.
Agro viene de agronomía, Miski de dulce y Bol por la distribución en el país, aunque por ahora está en La Paz. Por ello señala que ya tiene una pequeña empresa que crece todos los días y que aspira llevar su producto a otras regiones del país.
Pondera la elaboración de su mercancía por considerarla natural, sin aditivos industriales como pueden ser colorantes, saborizantes, conservantes o edulcorantes y esa puede ser la clave del éxito que está alcanzando.
Recalca que en Agromiskibol tratan de mantener la esencia que tiene cada uno de los artículos que vende a los consumidores.
No tiene reparos en afirmar que su emprendimiento se gestó también gracias al apoyo de los compañeros de estudios quienes se encuentran en diferentes zonas y regiones del país en las cuales producen igualmente diferentes tipos de alimentos y presentan una buena calidad en las elaboraciones que venden.
«Mediante los contactos que tengo con mis colegas aprendí cómo podía mejorar lo que vendemos y al mismo tiempo les ayudaba para que ellos igualmente progresen con sus negocios», señala con su solidaridad.
Para estar seguro de las frutas que recibe y que luego son procesadas, señala que él mismo verifica la calidad de las mismas antes de comprarlas con la finalidad de no cometer errores de ningún tipo porque lo que busca siempre es mantener la calidad de sus ventas.
En la zona industrial de El Alto son procesadas las frutas para ser envasadas finamente con absoluto criterio de salubridad.
Ya los productos están siendo distribuidos en toda la zona sur de la ciudad de La Paz como Achumani, Irpavi, Obrajes, Calacoto, San Miguel, al igual que en el centro de esa urbe, además de los alrededores del teleférico.
Aspira expandir las ventas a otras zonas del país, pero quiere ir con paso seguro para asegurar el éxito.
Fuente: Prisma Agropecuario
Redacción: Publiagro
