La agroindustria muy rápidamente se ha expandido hacia los bosques, especialmente los del Gran Chaco Suramericano, donde han desaparecido miles de granjas agrícolas, sostiene un estudio de científicos.
Un equipo internacional de investigadores, utilizando imágenes de satélite de alta resolución para identificar sistemáticamente las granjas en amplias áreas por primera vez durante un período de 30 años, encontraron que donde avanzaba la agroindustria, los medios de vida de las personas que dependían de los bosques se veían amenazados.
La investigación precisa que el número de granjas ha ido disminuyendo a medida que el avance de la agroindustria reduce el tamaño de los bosques de los que dependen, y los agricultores a gran escala erigen cercas que limitan el acceso de las personas a los bosques que permanecen en pie.
En un interesante trabajo de un grupo de científicos de la Universidad McGill, de Estados Unidos establecieron que esa expansión provocó el desplazamiento y la desaparición de miles de granjas.
Los investigadores creen que el mapeo de las personas que dependen de los bosques es un paso muy necesario para considerarlas mejor en la planificación futura de la sostenibilidad.
Desaparecen los bosques del Gran Chaco
En el relato de los investigadores se señala que hay pocos lugares en el mundo donde los bosques tropicales están desapareciendo tan rápidamente como en el Gran Chaco sudamericano.
Esa tierra baja semiárida cubre más de un millón de km/2 y se extiende por partes de Paraguay, Bolivia, Argentina y Brasil.
Si bien se sabe que la expansión agrícola en los bosques tropicales conduce a una gran destrucción ambiental, los impactos sociales de la deforestación a menudo permanecen ocultos. Una de las principales razones de esto es la falta de datos sobre dónde vive la gente dentro de los bosques tropicales.
Los estudios avanzan
Un nuevo estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias y en el que participa un equipo internacional de investigadores de Alemania, Argentina y los Países Bajos, así como de la Universidad McGill, coloca a estas personas que dependen de los bosques en el mapa por primera vez.
Mediante el uso sistemático de imágenes satelitales de alta resolución, el equipo digitalizó hogares individuales de personas que dependían de los bosques en todo el Chaco y descubrió que cerca del 20 por ciento de estos hogares habían desaparecido durante el período comprendido entre 1985 y 2015.
Los efectos de la expansión de la agroindustria
«Descubrimos que en 1985 había alrededor de 28.000 granjas repartidas en casi la mitad de los bosques del Chaco», dice el Dr. Christian Levers, profesor asistente en la Universidad de Ámsterdam y autor principal del estudio.
«Al observar imágenes de los últimos 30 años, encontramos que más de 5.000 granjas han desaparecido desde entonces. Y un número aún mayor de granjas ha perdido los bosques de los que dependen debido a la invasión de la agroindustria».
Resalta la investigación que las personas que dependen de los bosques los utilizan para leña y madera, pastoreo de ganado, caza de subsistencia o recolección de miel.
Patrones de consumo global
En el Gran Chaco la deforestación está relacionada principalmente con la producción de carne de res y soya para los mercados internacionales, incluidos los de Europa y América del Norte. El estudio encontró que las granjas que desaparecieron estaban ubicadas principalmente donde la agroindustria se ha expandido más dramáticamente.
«Esta investigación muestra claramente cómo nuestro consumo afecta a las personas que dependen de los bosques en todo el mundo, personas vulnerables y pobres», argumentó el Dr. Alfredo Romero-Muñoz, investigador de la Universidad Humboldt de Berlín y coautor del estudio.
«La agricultura se está expandiendo a muchos bosques secos tropicales en todo el mundo, y necesitamos considerar urgentemente no solo los impactos sobre la biodiversidad y el clima global, sino también los enormes impactos que tiene sobre las personas que dependen de los bosques». culminó el investigador alemán.
Fuente: Universidad McGill / Mundo Agropecuario
Redacción: Publiagro