El gerente de Anapo pide la investigación del caso al Ministerio Público y al INRA, mientras que el abogado de la empresa Jihusa del predio Las Londras quiere el desalojo de los avasalladores y un saneamiento legal respetando lo que dice la Constitucióna
Este viernes, en conferencia de prensa en la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), tanto el gerente general de la entidad, afectados por los avasallamientos y el abogado del grupo Jihusa, se refirieron al conflicto por tierras en el predio de Las Londras, ubicado en el municipio de Guarayos.
El gerente general de Anapo, Jaime Hernández, pidió al Gobierno celeridad en las indagaciones y seguridad jurídica para los productores. «Se han cometido delitos penales y corresponde a las autoridades que realicen la investigación del caso. Por un lado el Ministerio Público, y por otra parte, el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), al estar estos predios en proceso de saneamiento, (que) intervengan de manera rápida y eficiente para desalojar a los avasalladores», pidió Hernández.
Por otro lado, Timoteo Callejas, abogado del grupo Jihusa, que junto a otros profesionales lleva adelante el saneamiento del predio Las Londras, dijo que «lo ocurrido demuestra que en el predio se encuentran verdaderos criminales tal y como lo habíamos hecho constar en la denuncia que presentamos ante la fiscalía de Guarayos, también hicimos conocer a nuestros comandantes y demás autoridades que tienen que ver con este asunto».
El abogado pidió la intervención inmediata de la Policía. «Como pudo evidenciar la prensa, no son comunarios que van en busca de un pedazo de la tierra, es gente armada que quiere despojar no solo a un propietario, sino a todos los de la zona».
El abogado también puso nuevamente en conocimiento a la opinión pública que la empresa Jihusa tiene la tradición del derecho propietario hace más de 40 años.
«Es una empresa pionera que ha llegado al lugar con mucho sacrificio a trabajar, a dar fuente de trabajo y producir alimentos para el país y también genera ingresos al Estado con el pago de impuestos, los aranceles de la importación de la soya, y estos señores pretenden destruirlo todo», expresó Callejas.
También mostró la sentencia constitucional de 2015 que establece la posesión legal de la empresa Jihusa desde antes de la promulgación de la Ley 1715.
«Todos los desmontes que consideró ilegal la ABT han sido regularizados. Hay un derecho propietario reconocido y consolidado por nuestro Estado», señaló.
Callejas pidió a las autoridades el desalojo de los avasalladores que aún se encuentran en el predio y que se haga un saneamiento legal y correcto respetando la Constitución y que la posesión vale por título.
La empresa Jihusa va a ampliar los delitos por la privación de libertad de los periodistas, trabajadores y propietarios. «Vamos a seguir el proceso porque estos hechos no pueden quedar en la impunidad, las autoridades deben poner entre rejas a esas personas, de lo contrario nuestras vidas van a continuar en peligro».
Testimonio de afectado
En la conferencia de prensa uno de los afectados por el hecho recordó cómo fueron emboscados.
«De un rato para otro empezaron a sonar las pausas y aparecieron, se resguardaron en el monte por ambos lados y cuando nosotros nos dimos cuenta y quisimos salir, nos aparecieron, nos emboscaron», dijo Osman Coca.
Relató que cuando los encapuchados los llevaron a su campamento vivieron los momentos más críticos porque había gente enardecida. «Ahí empezó la tortura física porque nos pegaron… hablaban de matarnos, de enviarnos a San Julián para matarnos, querían quemarnos, tiraban tiros, nos ponían los machetes cerca de nuestras cabezas, de nuestras piernas, no podíamos levantarnos porque nos volvían a dar un ‘manazo’ o ‘cachazo'», contó Coca.
Finalmente, dijo que llegaron a sentir miedo que llegue la Policía porque eran los rehenes y escudo de los secuestradores. «Gracias a Dios el coronel Torrico hizo una buena labor y calmó los ánimos, le hizo entender a esa gente de que estaba haciendo las cosas mal y que no era el camino correcto lo que estaban haciendo».
Fuente: El Deber